Este artículo se publicó hace 16 años.

Reconstruir un país en el Medievo

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La educación progresa a pesar de la guerra En los colegios de Afganistán hay más niños que nunca: 5,7 millones, de los que 800.000 han sido escolarizados este año. Son datos del Ministerio de Educación Nacional afgano, que se ha felicitado por estos buenos resultados, sobre todo si se tiene en cuenta que, en los últimos diez meses, 147 niños y profesores han muerto asesinados en la guerra y casi un centenar de escuelas han sido quemadas. Desde que hace dos años los talibanes relanzaron su ofensiva contra el Gobierno prooccidental de Hamid Karzai, los profesores, las escuelas y los estudiantes se han convertido en objetivos de los radicales islámicos, que prohíben a las mujeres trabajar fuera de casa y a las niñas acudir a clase. Los buenos resultados relativos del pasado año no ocultan, sin embargo, que el estado de la educación sigue siendo catastrófico. El propio Karzai reconoció que "en varias provincias de Afganistán, al menos 300.000 niños no pueden ir al colegio". En muchas zonas, las escuelas simplemente no existen; en otras, son simples tiendas expuestas a la intemperie donde los niños padecen temperaturas extremas. La inexistencia de centros escolares empuja también a muchos estudiantes, explicó el Ministerio de Educación, a acudir a escuelas coránicas irregulares, donde "se propaga el odio, la violencia y el terrorismo" 

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