Este artículo se publicó hace 13 años.
"No quería agredir a Sarkozy, sólo quería hablar con él"
El joven que zarandeó al presidente francés, explica que le agarró porque los guardias de seguridad le estaban tirando al suelo
"En realidad no tenía nada planeado, sólo quería hablar con él de su política. Había prometido que todo cobraríamos más si trabajábamos más, que no habría personas sin hogar y que bajaría el paro. Sin embargo estamos dentro de todas estas guerras pagadas a base de talonario conlo que está pasando la gente". Hermann Fuster, el funcionario de 32 años que el pasado mes de junio agarró por la solapa al presidente francés, Nicolas Sarkozy, trata de explicar en una entrevista que su objetivo no era agredirlo.
De hecho, desde su punto de vista, ni siquiera intentó tirarle: "Pasó por mi lado y no me dio la mano, así que iba a tocarle en la espalda para que se diera la vuelta cuando los hombres de seguridad me agarraron y me estaban tirando al suelo. Como cualquier humano, el reflejo fue agarrarme a lo primero que pillé", dijo a Le Parisien en una entrevista publicada este lunes.
Y lo primero fue la chaqueta del presidente, lo que le llevó directamente a comisaría. "Los agentes me dijeron que las imágenes estaban siendo emitidas en todo el mundo [...] Me dije a mi mismo que acababa de hacer una gilipollez enorme". Preguntado sobre si se arrepentía, Fuster no lo duda: "Sí, porque no tenía ninguna intención de agredirlo. No tenía en mente a la persona, sino su política".
Tampoco dudaría en pedirle perdón: "No soy violento y no quería agredirle. Pero le diría que escuche a la gente que le votó. Yo no lo hice pero pienso en todos los obreros que creyeron en sus promesas y que hoy están en el paro".
"Quiero darle un puñetazo en la cara"En realidad, Fuster no lo tuvo fácil para llegar a aproximarse tanto a Sarkozy. Según explicó, al enterarse de la visita del presidente a Brax, trató de entrar primero por una puerta que daba acceso al emplazamiento del evento. "Los guardas me dijeron que como no tenía tarjeta del UMP [el partido de Sarkozy] no podía entrar". Aunque él cree que era por su"look de rockero y mi pelo largo. No tenía la pinta de uno del UMP"
Luego descubrió un pequeño camino que daba acceso a las vallas donde se produjo el incidente y uando llegó allí, le dijo a un hombre que estaba en la primera fila que le dejara su sitio porque "sólo quiero darle un puñetazo en la cara". "Obviamente se dio cuenta de que era una broma y por eso me dejó pasar".
Después pasó Sarkozy, el placaje de los guardias y el tirón final. Ahora Fuster se arriesga a ser suspendido del conservatoriode Anges donde trabaja.
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