Al Gobierno argentino le ha costado encontrar el tono del discurso con el que hacer su presentación de la nueva política económica. Se esperaba que hablase el ministro Luis Caputo a las 17 horas de este martes, pero su mensaje se hizo público dos horas después.

Debió de ser regrabado porque la primera versión, ya lista antes de las 16 horas, no le gustó al presidente Javier Milei, que reclamó mayor intensidad y justificaciones más directas. En definitiva, se trataba de un mensaje que avisaba a la población de que, durante varios meses, verá dispararse la inflación a un ritmo del 20%  mensual y más, alimentada por un salto en el valor del dólar de más del 100%.

Ya no habrá ningún tipo de control o sanciones a quienes aumenten los precios de los productos básicos de consumo injustificadamente, las tarifas de servicios públicos y transporte podrán elevarse el doble o más. Además, en ese escenario de una previsible profunda recesión y caída en picado de la capacidad adquisitiva de los ingresos, no están previstas compensaciones para salarios y jubilaciones.

Por otro lado, se ha hecho público que el Ministerio de Economía argentino pretende enviar un proyecto de ley al Congreso que elimine el actual régimen de movilidad jubilatoria para reemplazarlo por un sistema de actualización trimestral por decreto y a criterio del Poder Ejecutivo.

Incluso cumpliendo con las exigencias de Javier Milei de extender en el mensaje las explicaciones sobre la necesidad del ajuste, al ahora ministro de Economía le bastaron menos de 20 minutos para explicar las condiciones que iniciarán la que puede llegar a ser la más violenta transferencia de ingresos de las últimas décadas. 

El contenido del discurso de Caputo se puede sintetizar en las siguientes diez medidas, tal como las presentó:

Caputo admitió que esta política tendrá un impacto negativo muy fuerte sobre la economía en los próximos meses, pero volvió a defenderse diciendo que es el precio a pagar "para evitar una catástrofe", porque "seguir en el mismo camino nos llevaría a una hiperinflación del 15.000%", dijo, repitiendo la cifra a la que hizo referencia Milei este domingo en su jura como presidente. "¿Qué quiere decir esto? Que si hoy pagamos un litro de leche a 400 pesos, en un año deberíamos pagarla a 60 mil pesos", ejemplificó el ministro.

La lógica que plantea el Gobierno es que si la economía argentina cae siempre en crisis recurrentes, es por una única razón: el déficit fiscal. Si gasta más de lo que ingresa, tiene que endeudarse y eso va a generar inflación, deuda y pobreza.

"Culpa de malos gobiernos", subrayó Caputo, como si él no hubiera tenido nada que ver con el período de mayor endeudamiento externo de la historia argentina: el crédito stand-by del FMI en 2018 por 53 mil millones de euros (del que sólo se desembolsaron unos 42 mil millones por el escandaloso desequilibrio que provocó antes de terminar de cobrarlo).

Fechas del impacto de las medidas

El impacto del ajuste debería sentirse ya en el primer trimestre de 2024, calculan. Las retenciones a las exportaciones de bienes y servicios en general subirán al 15%, mientras que las exportaciones de la soja se mantendrán en el 30%.

La movilidad jubilatoria se eliminará ya en los próximos tres meses. La  de los subsidios al transporte y a las prestaciones eléctricas y de gas comenzarían a aplicarse desde febrero. Además, las tarifas deberían aumentar a la par que el tipo de cambio y la inflación de estos próximos meses.

Para el resto de las partidas presupuestarias se aplicará el criterio de vigencia del presupuesto de 2023, con una actualización de valores muy inferior a la inflación. Por otra parte, elaboran un "proyecto de reversión parcial" de la eliminación de los ingresos por trabajo en relación de dependencia, que impulsó Sergio Massa.

Las importaciones pasarán a pagar 17,5% de impuesto PAIS, con lo cual la cotización del dólar se eleva a 940 pesos. El dólar tarjeta, que mantiene las percepciones por ganancias y el impuesto PAIS, alcanzará los 1.320 pesos.

Algunas de estas medidas, como la suba de retenciones o el cambio del régimen de movilidad jubilatoria, deberán pasar por el Congreso. Las modificaciones serán comunicadas este miércoles por las nuevas autoridades del Banco Central. Las demás, serán resueltas por decretos del poder ejecutivo que verán la luz este miércoles.

Predicciones de los expertos

Según el análisis de los teóricos, tras el ajuste que actuará como ancla fiscal tendrá lugar otro de no más del 2% mensual. Es decir, muy por debajo de la inflación esperada. Para marzo se espera un ingreso fuerte de divisas por las nuevas cosechas.

Mientras tanto, la caída del gasto público y la disminución de la capacidad de compra de la población por el impacto de la inflación tendrán sus efectos y provocarán una muy fuerte recesión económica. Podrá ser una preocupación para muchos, sobre todo para trabajadores y empresas nacionales que viven del mercado interno. Sin embargo,  no lo será para el Gobierno. Habrá que resistir estos meses.