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El periodista árabe más influyente pierde su trabajo por criticar a Trump

Un conocido periodista saudí ha perdido el trabajo por haber denunciado que la política del presidente electo Donald Trump en Oriente Próximo es confusa, especialmente en lo tocante a Irán, una declaración que ha disgustado al gobierno de Riad.

El periodista saudí Jamal Khashoggi.

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.- Uno de los periodistas más influyentes del mundo árabe, el saudí Jamal Khashoggi, ha dejado de escribir de la noche a la mañana por orden de las autoridades de Riad, que han prohibido que su firma aparezca en la prensa escrita, en los medios audiovisuales y en conferencias verbales, según ha informado el diario Al Khalij al jadid.

La prohibición llega después de que Khashoggi participara en una conferencia organizada por un centro de estudios estratégicos norteamericano bastante conservador y proisraelí, durante la que el periodista criticó moderadamente algunos aspectos de la política exterior enunciados por el presidente electo Donald Trump en los últimos meses. Cabe destacar que la monarquía saudí espera estrechar su relación con EEUU gracias a una mejor relación con su presidente electo, después de que esta se enfriara en los ocho años de gestión de Barack Obama. 

Khashoggi, nacido en la ciudad de Medina hace 58 años y bastante conservador, estudió en Indiana State University, en Estados Unidos, y desde los años ochenta ha trabajado para diversos medios. En algunos periódicos se ha escrito que también ha colaborado con los servicios de inteligencia saudíes y de Estados Unidos durante los largos periodos en los que ha estado destinado como corresponsal en distintos países de Oriente Próximo.

Hace solo unos días Khashoggi manifestó en un artículo publicado en la web del Washington Institute for Near East Policy (WINEP) que la política regional de Donald Trump es dudosa en algunos aspectos entre los que figura en un lugar destacado Irán. El mencionado WINEP ha sido criticado con gran frecuencia por sus vínculos con Israel y con el AIPAC, que es el mayor y más influyente lobby judío de Estados Unidos.

"Cuando sus consejeros le muestren (a Trump) el mapa (de Oriente Próximo), ¿entenderá que apoyar a Putin representa apoyar a Irán?" dijo Khashoggi

En su artículo, Khashoggi manifestaba que las políticas tendentes a una reconciliación entre las distintas partes en conflicto en Oriente Próximo, como la que ha defendido tímidamente el presidente Barack Obama, están condenadas al fracaso pues no responden a la realidad de la región, en una clara alusión a Irán y a Siria.

A Khashoggi se le atribuyen frases como la siguiente: “Cuando sus consejeros le muestren (a Trump) el mapa (de Oriente Próximo), ¿entenderá que apoyar a Putin representa apoyar la agenda de Irán? Y eso mismo es lo que preocupa a Arabia Saudí, detener la hegemonía iraní”.

Además, Khashoggi ha dicho que aunque Trump es claramente antiiraní, apoya al presidente sirio Bashar al Asad en el conflicto que asola a este país, lo que ha suscitado un profundo malestar en Arabia Saudí puesto que los saudíes consideran que apoyar a Asad equivale a expandir la influencia de Irán.

El periodista va todavía más lejos al defender que los países sunníes deberían crear una coalición para defender sus intereses ante una posible alianza del presidente republicano con elementos chiíes o filochiíes, una alianza que incrementaría la influencia de Teherán en detrimento de Riad. Riad, concluye Khashoggi, debería prepararse para posibles sorpresas tras el relevo en la Casa Blanca previsto para el 20 de enero.


El periodista avisa que una mayor cercanía de Trump con países chiíes potenciaría la influencia de Irán en detrimento de los saudíes

Una fuente gubernamental citada por la agencia oficial de noticias saudí ha aclarado que las ideas de Khashoggi responden a sus propias opiniones y no a las del gobierno de Riad. “El escritor Jamal Khashoggi no representa al gobierno de Arabia Saudí, ni sus posiciones a ningún nivel. Sus opiniones solo representan sus puntos de vista personales y no los del Reino de Arabia Saudí”, ha recalcado la fuente gubernamental.

La columna que Khashoggi ha venido publicando regularmente los sábados desde hace cinco años en Al Hayat, se imprimió por última vez el 18 de noviembre. Al Hayat es el periódico más influyente del mundo árabe y es de capital saudí aunque su principal redacción se encuentra en Londres.

Al Hayat ha experimentado en los últimos años un giro significativo, especialmente desde que estallaron las revueltas conocidas como “primaveras árabes” hace seis años. Desde entonces el periódico se ha alineado más claramente con el gobierno saudí, ha relegado a un segundo plano el conflicto israelo-palestino, y ha llevado adelante una campaña contra Irán y contra todos los aliados de Teherán.

Khashoggi, autor de varios libros incluido uno sobre las primaveras árabes, ha mantenido un riguroso silencio acerca de un “castigo” que revela el nerviosismo con que se ha recibido la victoria de Trump entre los miembros de la Casa Saud que gobierna su país y que se ha apartado de Obama con claridad durante los ocho años que el presidente demócrata ha estado en la Casa Blanca.

Contrariamente a lo que dice Khashoggi, en el entorno del rey Salman se ha señalado en las últimas semanas que existe una considerable satisfacción en Riad con la victoria de Trump, a quien consideran más cercano a las propias ideas de Arabia Saudí, que en los últimos años se ha apartado de Estados Unidos y se ha alineado significativamente con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. En otras palabras, Riad ha cambiado su dependencia de Washington por su dependencia de Israel.

El conjunto de los medios árabes están analizando con lupa cada una de las declaraciones de Trump y de los políticos más allegados al presidente electo con el fin de determinar qué dirección tomará la política de Washington, y en Arabia Saudí existe una clara angustia por las “contradicciones” que se observan en Trump.

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