Este artículo se publicó hace 4 años.
CoronavirusEl Pentágono alertó hace dos años de la escasez de material sanitario y medicamentos ante una pandemia
A pesar de que Trump afirmara hace dos semanas que la pandemia de covid-19 era "imprevisible", un informe del Pentágono, revelado por 'The Nation', ya avisó en enero de 2017 de que "la amenaza más probable y significativa es una nueva enfermedad respiratoria".
Manuel Ruiz Rico
Washington-
El 20 de enero, un hombre de 35 años se convirtió en el primer positivo por coronavirus en Estados Unidos. Diez días más tarde, la OMS declaró la emergencia internacional de salud pública. El 11 de febrero, la OMS bautizó la nueva enfermedad como covid-19, que el día 29 de ese mes causó la primera muerte en el país norteamericano. A pesar de eso, el 6 de marzo, un mes y medio después de aquel primer contagio, el presidente Donald Trump afirmó sin pudor que se trataba de "un problema imprevisto" que "ha surgido de ninguna parte" y ocho días después, cuando ya había declarado la emergencia nacional, volvió a mantener que "es algo que nadie esperaba". Resulta que un informe del Pentágono de enero de 2017 ya alertó de que "la amenaza más probable y significativa es una nueva enfermedad respiratoria".
El documento, hecho público ayer por el medio progresista The Nation, avisaba además de que, en ese escenario, todos los países industrializados, incluido Estados Unidos, carecerían de respiradores, medicamentos, camas hospitalarias, equipos de protección y mascarillas para afrontar una posible pandemia.
Aunque cuando el informe del Pentágono aborda la "amenaza más probable" menciona "particularmente un nuevo tipo de influenza [el virus de la gripe]", el documento, de 103 páginas, hace varias menciones explícitas al coronavirus.
El informe del Pentágono se titula Plan 3560 de la sucursal del USNORTHCOM: Respuesta a la Gripe Pandémica y Enfermedades Infecciosas. Es decir: se trata de un plan que actualiza otro anterior del Departamento de Defensa en respuesta a la influenza pandémica.
Pero es ahí cuando el Pentágono señala que este nuevo plan "incorpora los conocimientos de varios brotes recientes, incluyendo el coronavirus del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio de 2012".
"El reconocimiento, identificación y caracterización inicial de un patógeno emergente o reemergente puede tomar varias semanas o posiblemente meses", añade el texto del plan, describiendo al dedillo la situación actual, "tiempo durante el cual los movimientos regionales y globales de individuos infectados sucederán, lo que facilitará la diseminación de la enfermedad".
El informe del Pentágono asegura que "la mitigación de la morbilidad y la mortalidad definirá cómo un país emerge de la pandemia", y es así cuando lanza su alerta: "Incluso los países más industrializados tendrán insuficientes camas de hospitales, equipos médicos especializados como ventiladores mecánicos y medicamentos rápidamente disponibles para tratar adecuadamente a sus poblaciones durante las fases más severas de la pandemia".
En una entrevista con The Nation, el jefe entre 2014 y 2017 de la División de Enfermedades Infecciosas y Contramedidas de la Agencia de Inteligencia de Defensa, Denis Kaufman, subraya que los servicios de inteligencia de Estados Unidos "han advertido sobre la amenaza de los virus de la gripe altamente patógena durante dos décadas por lo menos [y] sobre los coronavirus durante al menos cinco años".
Trump eliminó un equipo médico en China
La agencia Reuters reveló a finales de marzo que en julio del pasado año, pocos meses antes del inicio del brote del covid-19 en Wuhan, China, la administración Trump, en el enésimo arrebato de desmontaje de instituciones públicas, eliminó la infraestructura compuesta por expertos norteamericanos que estaban empotrados en las instituciones sanitarias chinas para detectar brotes de enfermedades en ese país nada más emergieran.
Se trataba de expertos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades norteamericano, que se hallaban integrados en la Agencia de Control de Enfermedades de China, una iniciativa puesta en marcha por la administración anterior de Barack Obama.
Acaso para encubrir esto, Donald Trump ha arremetido recurrentemente contra China por censurar la información sobre el brote, una información que Estados Unidos podría haber tenido de primera mano.
Tanto la normativa desarrollada por el Obamacare para ampliar las coberturas sanitarias como los desarrollos institucionales en el ámbito médico llevados a cabo durante los dos mandatos de Barack Obama han sido dos de los focos principales de los ataques constantes de Trump durante esta su primera legislatura al frente de la Casa Blanca.
"Es mentira que nadie podía haberlo previsto"
El director del grupo de investigación en Salud de la ONG Public Citizen, Michael Carome, asegura a Público que "una de las mayores mentiras de Donald Trump en las pasadas semanas es que, como él ha asegurado, nadie podía jamás haber previsto que esto sucedería… Durante muchos años", añade Carome, "antes de la elección de Trump como presidente, el gobierno federal estableció planes para una posible pandemia causada por un virus como este nuevo coronavirus".
"Yo mismo trabajé como médico en el Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública [un servicio nacional sobre esa materia] y participé en ejercicios de entrenamiento preparatorios para este tipo de pandemias", afirma Carome.
"El informe del Pentágono revelado por The Nation no es sino una muestra más de las evidencias que exponen las mentiras de Trump y la temeridad de su administración a la hora de preparar al país para esta pandemia. Debido a sus fracasos, decenas de miles de estadounidenses morirán", denuncia.
"La historia mostrará que Trump ha sido responsable de uno de los fallos de salud pública más catastróficos de la historia de este país. Si hubiera escuchado las advertencias de los servicios de inteligencia y de los expertos en salud pública hace meses sobre la grave amenaza que supone el brote de coronavirus en China, la actual explosión de casos de coronavirus podría haberse evitado", continúa Carome.
"En vez de minimizar el riesgo y ofrecer falsas garantías desde el principio", concluye Carome, "Trump debería haber ordenado el rápido despliegue de un amplio programa de test a nivel nacional en combinación con una estrategia agresiva de contención en estrecha coordinación con las agencias de salud pública estatales y locales de todo el país".
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