El parque estadounidense de Yosemite continúa en llamas con 6.300 hectáreas arrasadas

El segundo incendio, tras el declarado a principios de mes, cerca del parque estadounidense de Yosemite, ha afectado a 6.300 hectáreas y sigue sin estar controlado, según la última actualización del servicio de bomberos de California. 

Este segundo fuego, cuyo origen se está investigando, fue declarado el viernes y ha afectado al condado de Mariposa, donde se han habilitado refugios para acoger a la población. La cadena CNN ha detallado que es el mayor incendio en activo en California.

Unas 2.000 estructuras se han visto amenazadas y cerca de 6.000 personas han recibido orden de evacuación. Entre los edificios en peligro hay residenciales y comerciales, según ha detallado el diario The Washington Post. Un total de 10 edificaciones han sido destruidas por las llamas y otras cinco están parcialmente dañadas.

El fuego se encuentra a unos 48 kilómetros del parque nacional de Yosemite, uno de los más populares entre los estadounidenses. Entre sus atracciones más conocidas se encuentran el monolito El Capitán y el bosque Mariposa, donde algunos árboles, con edades de hasta 2.000 años, alcanzan alturas de casi 80 metros.

"Ha ido de mal en peor", indicó la cuenta de Twitter del mapa interactivo del condado. Los bomberos luchan contra el fuego alentado por las altas temperaturas y las extremas condiciones de sequía y viento, por lo que se han tenido que cerrar carreteras.

El gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado el estado de emergencia y ha pedido a las agencias estatales que movilicen a su personal y recursos para contener las llamas.

A unos escasos 16 kilómetros al este, se había desatado otro incendio bautizado como 'Washburn', que ha afectado a unas 2.000 hectáreas y se encuentra controlado en casi un 80%, según los datos. El Servicio Forestal estadounidense consiguió desviar las llamas de las icónicas secuoyas, pero se han redirigido cerca de otro parque protegido, el Sierra National Forest.

El primer incendio continúa bajo investigación, aunque las autoridades locales apuntan a un probable origen humano, dado que no hubo relámpagos el día en el que se iniciaba.