Este artículo se publicó hace 3 años.
VaticanoEl Papa Francisco regulariza que las mujeres puedan dar la comunión y leer textos en la misa
El Pontífice ha autorizado esta nueva regulación en un 'motu proprio' que introduce cambios en el actual código de Derecho Canónico y que, por el momento, no se abre a la ordenación sacerdotal de las mujeres.
El papa Francisco ha autorizado que las mujeres puedan ejercer el ministerio estable de lector y acólito, un papel reservado hasta ahora a los varones, dándoles así funciones en el altar para ayudar durante las misas, las celebraciones religiosas y para distribuir la comunión, funciones que llevaban décadas realizando sin reconocimiento alguno por una ley que solo autorizaba a los hombres. Aunque, por el momento, esta opción no se abre al sacerdocio.
El papa Francisco ha autorizado esta nueva regulación en un motu proprio (documento pontificio), que introduce cambios en el actual código de Derecho Canónico. En este sentido, se revisó el documento de San Pablo VI Ministeria quedam (1972) que solo permitía a los varones recibir los ministerios del Lectorado y el Acolitado.
El papa ha explicado en la carta apostólica Spiritus Domini en forma de motu proprio, publicado este lunes por la Oficina de prensa de la Santa Sede, que su decisión es fruto de un "desarrollo doctrinal" que se ha dado en los últimos años, que distingue ciertos ministerios para los que es necesario haber sido ordenado sacerdote, de otros cuya condición única es estar bautizado.
El Vaticano ha especificado en un editorial publicado en sus medios de comunicación que el hecho de que las mujeres lean las Sagradas Escrituras durante las celebraciones litúrgicas o que desempeñen "un servicio en el altar" no es ninguna novedad. "En muchas comunidades del mundo son ya una praxis autorizada por el obispo", se lee en el editorial. Si bien, estas realidades se daban sin un "verdadero mandato institucional", según aclara el Vaticano.
El papel del acólito y del lector
"Por estos motivos, me pareció oportuno establecer que pueden ser instituciones como Lectores o Acólitos no solo hombres sino también mujeres, en quienes, a través del discernimiento de los pastores y después de una adecuada preparación, la Iglesia reconoce la firme voluntad de servir fielmente a Dios y al pueblo cristiano", escribe el Papa en una carta al Prefecto de la Congregación de la Fe, el español Luis Ladaria.
Con esta nueva instrucción del Pontífice, las mujeres podrán ejercer de acólito, que es aquella persona que, sin tener órdenes clericales, puede actuar en situaciones extraordinarias como ministro, administrando la eucaristía y cumpliendo funciones en el altar.
Su función, que es distinta a la que ejercen los monaguillos, ha sido tradicionalmente la de colaborar con el presbítero o el diácono en la misa y en otras celebraciones de la liturgia. En situaciones especiales, pueden incluso dar la comunión si hay una gran cantidad de comulgantes o si el ministro está ausente.
Por su parte, el papel del lector ha sido siempre necesario pues siempre se han leído en la iglesia las escrituras del Viejo y el Nuevo Testamento ya sea durante la misa, y en los otros oficios. Para el ministerio de lector se requiere una doble instrucción: bíblica y litúrgica.
El papa también especifica que "con respecto a los ministerios ordenados, la Iglesia no tiene de ninguna manera la facultad de conferir a las mujeres ordenación sacerdotal". Aunque ha establecido una comisión para estudiar cuál fue el papel o si existieron las llamadas diaconisas en los primeros años del cristianismo, por el momento el tema de la ordenación sacerdotal de las mujeres ha quedado totalmente estancado.
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