El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha condenado este jueves el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, y ha asegurado que la violencia contra representantes políticos "es una seria amenaza" para el proceso electoral abierto en el país sudamericano, llamado a las urnas este 20 de agosto.

Villavicencio, que ha muerto tras recibir varios disparos en la cabeza después de un mitin electoral en Quito, había denunciado amenazas de muerte tan solo una semana antes de su asesinato. La banda conocida como Los Lobos se ha atribuido la autoría del crimen.

El jefe de la ONU para los derechos humanos ha reclamado una investigación "transparente, exhaustiva e independiente" para esclarecer el asesinato del candidato. Además, recordó que el pasado mes de julio había expresado en otro comunicado su "profunda preocupación" por el aumento de la violencia en Ecuador, incluyendo la dirigida contra candidatos políticos, otras personalidades públicas y periodistas.

Y es que, el crimen se ha producido en medio de una escalada de la violencia en Ecuador, que cerró el pasado año con una tasa de 25,32 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, la más alta desde que existen registros.

"El terrible asesinato, que ha dejado a muchas personas consternadas y de luto dentro y fuera de Ecuador, subraya los retos a los que se enfrenta el país y su población en medio de la violencia", indica el comunicado de la ONU.

La UE considera que se trata de un ataque a la democracia

La Unión Europea también ha condenado el trágico suceso, que califica de "atentado contra las instituciones y la democracia en Ecuador". El bloque reitera su compromiso con la democracia ecuatoriana y con los esfuerzos para garantizar unas elecciones democráticas pacíficas. Asimismo, recuerda que tiene desplegada una misión de expertos para seguir el proceso electoral.

"La UE apoya a Ecuador en su lucha contra el recrudecimiento de la violencia de la delincuencia organizada y seguirá cooperando con las autoridades ecuatorianas para hacer frente a este enorme desafío", ha señalado el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, en un comunicado.

Los Veintisiete consideran que "los autores y organizadores de este atroz crimen deben ser llevados ante la justicia. Además, para garantizar un proceso electoral democrático libre, es crucial que se adopten medidas enérgicas de protección de todos los candidatos electorales".

Los EEUU y la OEA se suman a la condena

Estados Unidos también ha expresado su denuncia ante el asesinato, "extendemos nuestras condolencias a la familia y seres queridos de Fernando Villavicencio. EEUU condena enérgicamente este descarado acto de violencia y asalto a la democracia en Ecuador", ha declarado el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan.

"El asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, un franco opositor al crimen organizado, es un ataque contra la democracia y el Estado de derecho. Instamos a una investigación rápida y exhaustiva por parte de las autoridades competentes y ofrecemos nuestro apoyo", añadía Brian Nichols, encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha anunciado que este jueves llegarán los primeros observadores electorales a Ecuador "con el objetivo de colaborar con las autoridades y la sociedad civil en la preservación de un ambiente seguro y democrático durante el proceso electoral".

"La pérdida de una vida humana en circunstancias tan crueles es un recordatorio sombrío de la importancia de preservar la paz y la estabilidad en una sociedad democrática", indicó la misión de la OEA en un comunicado.

Por su parte, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa (2007-2017), se refirió este miércoles al asesinato del candidato presidencial y apuntó que Ecuador se ha convertido en un "Estado fallido". A la vez añadía que, "los que pretenden sembrar aún más odio con esta nueva tragedia, ojalá entiendan que ello tan solo nos sigue destruyendo".

Mientras que, el presidente actual, Guillermo Lasso, ha manifestado que el crimen no quedará impune y ha decretado el estado de excepción a nivel nacional durante 60 días. Esta medida prevé la movilización de las Fuerzas Armadas para el "restablecimiento del orden público" con el objetivo de "reforzar el control interno".

Los ecuatorianos acudirán a las urnas en las próximas semanas luego de que Lasso disolviera en mayo pasado la Asamblea Nacional de mayoría opositora, cuando se disponía a debatir y votar su posible destitución por presunto peculado (malversación).