Este artículo se publicó hace 13 años.
El nuevo Gobierno de Túnez promete arrestar a los jefes de la represión
El primer ministro Mohamed Ghanuchi confía en poder organizar unas elecciones "libres, transparentes y con observadores internacionales"
El primer ministro de Túnez, Mohamed Ghanuchi, afirmó este martes que su Gobierno llevará ante los tribunales a los responsables de la represión de los últimos días, al tiempo que defendió la composición de su Ejecutivo de unidad nacional por el "interés del país".
El jefe del Gobierno señaló en declaraciones a la radio francesa Europe 1 que serán llevados ante los jueces "todos los que han estado en el origen de esa masacre, de esa carnicería", en referencia a la represión de las manifestaciones que tuvieron lugar en los últimos días en Túnez y que provocaron al menos 78 muertes.
Ghanuchi exculpó al Ejército, que dijo que no disparó contra los manifestantes, y señaló que desde que asumió el mando del país también ordenó a las fuerzas del orden que no abrieran fuego contra la población. "Podemos utilizar bombas lacrimógenas o pelotas de goma, pero es mejor dejarse la piel que provocar una carnicería", afirmó.
El primer ministro también prometió llevar ante la justicia al clan Trabelsi, de la segunda mujer del anterior presidente, Zine el Abidine Ben Alí, que daba la impresión de dirigir el país, al tiempo que les prometió "un proceso equitativo".
Sin embargo, el jefe del Gobierno defendió a Ben Alí y culpó a sus allegados del deterioro de la situación. "En los primeros años, Ben Alí hizo mucho bien a Túnez. Pero hubo un cambio importante en los últimos años a causa del enriquecimiento ilícito de parte de su entorno", afirmó Ghanuchi.
"En los primeros años, Ben Alí hizo mucho bien a Túnez, pero luego hubo un enriquecimiento ilícito de parte de su entorno"
El jefe del Gobierno señaló que "todos los partidos serán autorizados a participar en las elecciones en igualdad de condiciones", siempre que "respondan a las reglas requeridas por la ley electoral".
"A partir de hoy hay una separación estricta entre el Estado y los partidos", afirmó el primer ministro, puesto que ocupaba ya con el anterior presidente, Zine el Abidinde Ben Alí, huido del país el pasado viernes tras días de revueltas en el país, lo que puso fin a un régimen de 23 años.
Ganuchi se mostró confiado en poder celebrar unos comicios "libres, transparentes, controlados por una comisión independiente y con observadores internacionales".
Los islamistas tendrán que esperarSin embargo, señaló que el líder del partido islamista An Nahda, Rachid Ghanuchi, sólo podrá retornar al país cuando se apruebe una ley de amnistía, lo que puede retrasar el regreso del opositor exiliado en Londres.
El primer ministro justificó la presencia de miembros del partido de Ben Alí en el nuevo Ejecutivo por el "interés nacional" y porque "todos los ministros que se han quedado tienen las manos limpias y una gran competencia". "La composición del Gobierno con las grandes figuras de la sociedad civil constituye una importante garantía", afirmó Ghanuchi, que reconoció el "retraso" que ha sufrido la sociedad tunecina pero que se mostró confiado en poder recuperarlo "gracias al consenso que se ha establecido y que permitirá acelerar las grandes reformas".
Ghanuchi calificó de "mutación histórica" el proceso que está viviendo su país, "en fase de poner una nueva dirección que abre importantes perspectivas a la población, a la juventud". Rechazó que se mantenga la dictadura en el país que, dijo, vive "una era de libertad que se manifiesta en la televisión, en las calles". "Se respira un nuevo espíritu, totalmente diferente al del pasado", afirmó el jefe del Gobierno, que se comprometió a desarrollar las libertades públicas.
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