Este artículo se publicó hace 14 años.
"Necesitamos más coordinación para sacar este país adelante"
Entrevista. El guatemalteco Edmon Mullet, al frente de la Misión Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, asegura que "hay 5.000 bandidos en la calle y se están reorganizando"
El guatemalteco Edmon Mullet llegó a Haití 36 horas después del terremoto con un encargo directo del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon: tenía que ponerse al frente de la Misión Estabilización de las Naciones Unidas en Haití.
El anterior representante, Hedi Annabi, murió tras el terremoto, junto a más de 60 empleados de este organismo internacional, en lo que supuso la mayor tragedia de la ONU. Mullet reconoce que, con la llegada a Haití de Estados Unidos, se vivieron momentos de tensión y exige más coordinación entre todos para sacar el país adelante.
Después de la muerte de casi todo el personal de Naciones Unidas en Haití en el terremoto, ¿cómo afrontan los empleados supervivientes esta etapa?
Ha sido un golpe terrible, hemos perdido a nuestro número uno, al número dos, comandantes, a todo el estado mayor de las tropas brasileñas... El equipo de la ONU quedó pulverizado, pero teníamos que afrontar la tragedia. Yo fui el jefe de la misión anterior de Naciones Unidas en Haití, así que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon me encargó que volviera. Es una misión muy difícil. Todos los días hay ceremonias por las víctimas: estamos reviviendo la tragedia y, a la vez, intentando poner la misión en marcha. Nos hemos tenido que trasladar a esta base logística donde no hay condiciones ni para vivir ni para trabajar: dormimos en sofás, sillas, tiendas de campaña, dentro de los coches. Las condiciones de vida y de trabajo terribles. Los trabajadores supervivientes han respondido, aún perdiendo a mujeres e hijos vienen a trabajar y se enfrentan con generosidad.
¿En qué fase se encuentra la misión en estos momentos?
La etapa del rescate de supervivientes ya debe de quedar atrás, ahora hay que centrarse en le etapa de ayuda humanitaria, hay que tratar de solidarizarnos. Pero para ello necesitamos estar más coordinados, identificar las prioridades para que la comunidad internacional responda y no estar improvisando. Hay que poner todos los esfuerzos en la coordinación y así lo trasladaré en la reunión de Montreal del lunes (hoy para el lector). Hasta ahora, ha habido una buena coordinación con las agencias de la ONU, con Canadá y Estados Unidos. Se han hecho la separación de funciones, se ha creado un grupo de amigos de Haití... Pero cualquier negociación o avance tiene que estar presidido, por supuesto, por el gobierno haitiano. Tenemos que tener en cuenta que los desafíos y los riesgos son inmensos.
¿A qué riesgos se refiere?
Hay 5.000 presos que se han escapado de la Penitenciaria Nacional, son los criminales más grandes de Haití y ahora están en la calle. Son bandidos y se están reorganizando. Hay otro riesgo: el éxodo de la ciudad a otras provincias, donde tenemos q mandar también tropas y asistencia humanitaria. Los efectos del terremoto se van a notar más allá de Puerto Príncipe.
En un principio, con la llegada de las tropas estadounidenses hubo cierta tensión entre los Estados Unidos y Naciones Unidas, por ver quién hacia qué.
Cuando llegaron las primeras tropas estadounidenses no se conocía cuál era su misión, su mandato, ni sus términos de referencia. Luego ya quedaron establecidos a través de firma de acuerdos, oficinas de enlace entre Estados Unidos y la ONU, reuniones de coordinación varias veces al día. Ahora las relaciones son excelentes. La presencia de las tropas norteamericanas es necesaria: para esta misión se necesita personal y vehículos adecuados y Estados Unidos los tiene. Está pensado que Estados Unidos se encargue de supervisar Puerto Príncipe y Canadá otras ciudades como Jacmel.
Para reconstruir la ciudad, ¿qué modelos manejan?
La reconstrucción tiene que ser a medio-largo plazo, no improvisando, no haciendo asentamientos temporales, requiere un esfuerzo internacional de largo aliento para muchísimos años. No empezamos de cero, sino de bajo cero.
¿Han estudiado copiar el modelo que se siguió en Afganistán, donde cada país se encargaba de una zona para reconstruirla?
Si, se está estudiando que cada país se responsabilice de un área, de una provincia. La coordinación sería más fácil.
¿La Minustah se plantea trasladar la capital a otro lugar que no sea Puerto Príncipe?
El terremoto destruyó el palacio nacional, la oficina del primer ministro, del alcalde de la ciudad... No hay estructuras. EE UU y Canadá coordinan la creación de un centro administrativo provisional para que el gobierno y el resto de administraciones tengan un lugar donde trabajar. Ahora mismo se están mirando varios terrenos. Además, el Banco Mundial ha habilitado una secretaria para los funcionarios. Repito: No empezamos de cero, sino de bajo cero.
Se ha pensado también el traslado de los afectados a campos de refugiados.
No quiero campos de100.000 personas, si no más pequeños, con escuelas, no quiero crear de nuevo barrios como los que ya tenemos en Puerto Príncipe. Serán recintos adecuados y humanos.
¿Qué contribución a esta emergencia están haciendo América Latina y España?
El 70% de las tropas que hay en Haití ahora mismo son de América Latina. Y, a nivel de solidaridad, la contribución de España y América Latina es primordial. España está haciendo un esfuerzo financiero por ayudar y su secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia ha permanecido en Puerto Príncipe desde casi el comienzo de la crisis.
Hoy (por este lunes) se celebra en Montreal (Canadá) una reunión internacional sobre Haití. ¿Qué mensaje quiere transmitir?
Que la comunidad internacional no olvide a Haití, que vendrán otras desgracias ,pero hay que mantener el compromiso internacional sobre esta profunda tragedia.
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