La policía británica investiga el trato que recibió el inmigrante angoleño Jimmy Mubenga, de 46 años, que falleció en un avión cuando iba a ser deportado del Reino Unido. Mubenga perdió el conocimiento cuando el avión de British Airways estaba a punto de despegar desde el aeropuerto de Heathrow. Fue trasladado a un hospital donde se certificó su muerte.

Varios pasajeros del vuelo han contado a The Guardian que tres agentes de seguridad privada se emplearon con violencia para mantener al inmigrante en el asiento. 'No puedo respirar, no puedo respirar', le oyeron decir a Mubenga, que iba esposado, al menos diez minutos antes de que se desmayara.

Los agentes eran de la empresa privada G4S, una de las que contrata el Ministerio de Interior para ocuparse de la deportación de inmigrantes sin papeles.

Mubenga y su mujer llevaban 16 años viviendo en Gran Bretaña. Habían huido de Angola por el miedo a la represión del régimen. 'Mataron a mi padre y amenazaban con matar a Jimmy. Le estaban buscando', dice su viuda.

En 2006, fue detenido tras una pelea en una discoteca y condenado a dos años de prisión por agresión. Al salir de la cárcel, el delito permitía su expulsión. Todos sus recursos fueron rechazados por los tribunales.

En el Reino Unido, se quedan su mujer y cinco hijos. 'Estaba desesperado con lo que le iba a pasar a su familia', dijo ayer su abogado.

En 2008, unos 66.000 extranjeros fueron expulsados del Reino Unido o aceptaron abandonar voluntariamente el país al serles notificada la orden de expulsión.