Este artículo se publicó hace 2 años.
Muere el expresidente angoleño José Eduardo dos Santos, uno de los grandes autócratas de África
Parte de la familia sospecha que su muerte sea una conspiración para evitar que el exmandatario apoyase a la oposición en las elecciones de Angola el próximo agosto.
Madrid-Actualizado a
El Gobierno de Angola ha confirmado este viernes la muerte del expresidente José Eduardo dos Santos, un "Maquiavelo angoleño" que trabajó por la independencia del país y llegó a ser uno de los mayores autócratas africanos. El antiguo mandatario permanecía conectado a un soporte vital desde junio en Barcelona. Después de sufrir un paro respiratorio a los 79 años, deja un legado de cuatro décadas de corrupción y nepotismo.
La familia ha sufrido varios desencuentros con la hospitalización de Dos Santos en junio. Una de sus hijas denunció el lunes un posible delito de homicidio en grado de tentativa, omisión del deber del socorro, lesiones por imprudencia grave y revelación de secretos por parte de su entorno. Algunos miembros sospechan que puede haber sido una conspiración para evitar que el expresidente apoye a la oposición en las próximas elecciones de Angola este mes de agosto.
"El Ejecutivo de Angola pone en conocimiento de la opinión pública nacional e internacional, con un sentimiento de gran dolor y consternación, el fallecimiento de su excelencia el expresidente de la República, el ingeniero José Eduardo dos Santos", ha anunciado en un comunicado que recoge Efe.
Dos Santos comenzó su militancia comunista y anticolonial a los 19 años
Nacido en 1942 en un barrio humilde, Dos Santos comenzó muy joven su carrera política junto a los anticolonialistas. Con apenas 19 años se sumó al Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) y trabajó en la formación de sus juventudes desde la República del Congo, donde tuvo que exiliarse de la represión portuguesa. Pronto se mudaría a la Unión Soviética para estudiar ingeniería entre 1963 y 1969.
Angola alcanzó la independencia en noviembre de 1975, en parte precipitada por la Revolución de los Claveles en el país luso. El MPLA se declaró a sí mismo como el partido dirigente y Dos Santos pasó a ocupar el Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1979 era ya viceprimer ministro, pero con la muerte del entonces presidente, António Agostinho Neto, el Movimiento eligió a Dos Santos como mandatario del país.
En el comunicado de esta mañana, el Ejecutivo angoleño ha agregado que "se inclina, con el mayor respeto y consideración, ante la figura de un estadista de gran dimensión histórica, que rigió durante muchos años con clarividencia y humanismo el destino de la nación angoleña". El actual líder, João Lourenço, también ha enviado su pésame a la familia.
Pese a la paz y el crecimiento económico, Angola continuaba sumida en la pobreza y la desigualdad
Dos Santos llego al poder en mitad de una guerra civil entre el MPLA y grupos principalmente anticomunistas apoyados por la Sudáfrica del apartheid. Un diplomático apodó al líder "el Maquiavelo africano" por su manejo del poder. Durante su gobierno, Angola consiguió la paz y creció económicamente gracias a las exportaciones de recursos naturales, pero el pueblo seguía imbuido en la desigualdad y la pobreza.
El nepotismo y la corrupción caracterizaron el mandato del autócrata. Las violaciones de derechos humanos deterioraron su popularidad incluso dentro del propio MPLA, hasta que rechazaron su candidatura en las elecciones de 2017, las cuales ganó Lourenço.
El expresidente se mudó a Barcelona en 2019. Un año después, su hijo fue condenado a cinco años de prisión por un fraude que cometió durante su dirección del Fondo Soberano angoleño. También su hija Isabel ha estado envuelta en varios escándalos tras los Luanda Leaks, cuando la prensa destapó que era la mujer más rica de África gracias a favores políticos e ingeniería fiscal.
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