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Meloni y Orbán llegan furiosos a la cumbre de Bruselas tras quedar fuera del reparto de poder de la UE

La cumbre europea contará con la ausencia de Pedro Sánchez y con la presencia del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

El primero ministro húngaro, Viktor Orban, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversan en   la cumbre de lídere de la UE en Bruselas, de diciembre de 2022. E.P./Francois Lenoir/European Council/dpa
El primero ministro húngaro, Viktor Orban, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversan en la cumbre de lídere de la UE en Bruselas, de diciembre de 2022. Francois Lenoir/European Council/dpa / Europa Press

La cumbre de los jefes de la UE, que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, llega muy encaminada. Salvo sorpresa de última hora, la nueva cúpula europea quedará conformada con Ursula von der Leyen, Antonio Costa, Roberta Metsola y Kaja Kallas. El equipo saldrá refrendada con el voto de las familias populares, socialdemócratas y liberales. Las fuerzas de extrema derecha, que han sido excluidas, llegan furiosas, pero no podrán vetarlo. Sin embargo, los líderes buscan apaciguar los ánimos de la italiana Giorgia Meloni buscando una fórmula para darle un portfolio jugoso en la Comisión Europea.

Los seis negociadores designados por los Populares, Sociadelmócratas y Liberales cerraron el martes en una videoconferencia un principio de acuerdo. Pedro Sánchez y Olaf Scholz (S&D); Kyriákos Mitsotákis y Donald Tusk (PPE); y Emmanuel Macron y Mark Rutte (Renovar Europa) perfilaron el mando de comando que liderará el buque comunitario en los próximos cinco años. La alemana Von der Leyen repetirá al frente de la Comisión, la estonia y halcona con Rusia Kaja Kallas asumirá las riendas de la diplomacia europea, Roberta Metsola renovará mandato en la Eurocámara y el portugués Antonio Costa se estrenará en el Consejo Europeo durante los primeros dos años y medio, pero asumiendo que su cargo se revalidará de forma casi automática como ha ocurrido con Herman Van Rompuy, Donald Tusk y Charles Michel.

Pero en las fuerzas populistas y ultraderechistas este reparto del pastel no ha gustado nada. "El acuerdo que el PPE ha forjado con los izquierdistas y los liberales va en contra de todo en lo que se basa la UE. En lugar de inclusión, siembra las semillas de la división", denuncia Víktor Orbán, primer ministro húngaro, a través de X.

"Los altos cargos se otorgaban pensando en los grupos más numerosos, sin tener en cuenta las lógicas de mayoría y oposición. Hoy se opta por (…) un 'acuerdo para excluir' que en nombre del Gobierno italiano he contestado y no pienso compartir", ha afeado Giorgia Meloni ante el Parlamento italiano, en declaraciones que recoge EFE.

Los 23 gobiernos que han cocinado el consenso cuentan con la mayoría cualificada reforzada para sacar adelante el acuerdo. Pero las fuentes consultadas inciden en la necesidad de generar el mayor consenso posible. En la capital comunitaria, exploran la opción de dar la líder de Hermanos de Italia un cargo importante en el Colegio de Comisarios, que podría ser una vicepresidencia ejecutiva con peso económico.

La cumbre europea debatirá también la catastrófica situación humanitaria de Gaza, el tema migratorio y recibirá a Volodimir Zelenski, con el que se busca firmar un compromiso de garantías de seguridad. Por su parte, Pedro Sánchez será la gran ausencia. Tras el fallecimiento de su suegro, España delegará su voto en el canciller alemán Olaf Scholz.

El gran punto de escollo se prevé en torno a la agenda estratégica. La UE quiere fijar las prioridades del próximo mandato, que pondrá el foco en torno a la seguridad y la defensa y la consolidación de la Europa fortaleza en detrimento de las políticas contra el cambio climático. Von der Leyen no esconde su agenda y en una carta enviada a los líderes en la antesala de la cumbre les ha exhortado a explorar vías creativas para externalizar el asilo. Es decir, para replicar el modelo que Italia ya hace con Albania a través de un acuerdo por el cual Roma deporta a los migrantes y refugiados al país balcánico mientras se tramita su solicitud de asilo. España reclama más ambiciones en las políticas verdes, mientras Hungría e Italia quieren más mano dura con los flujos migratorios.

La ultraderecha se divide

La gran aspiración de las fuerzas de extrema derecha europeas ha sido siempre construir un grupo único. En la legislatura saliente han estado divididas entre los Conservadores y Reformistas, donde se incluye Vox, y el más radical Identidad y Democracia (ID), comandados por Marine le Pen.

Los conservadores han celebrado este miércoles una reunión para constituir su grupo político, que cuenta con 83 eurodiputados, nueve más que los liberales a los que ha arrancado el tercer puesto. El encuentro ha concluido sin acuerdo por las divisiones en la facción polaca del Partido de Ley y Justicia (PiS), cuyas filas están divididas sobre el rumbo del partido. La cita ha sido aplazada hasta el 3 de julio.

Por su parte, esta semana han aflorado los rumores sobre las intenciones del ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) para formar un nuevo partido, que sería el tercero de extrema derecha, y que incluiría a los tres eurodiputados de Se Acabó la Fiesta del agitador Alvise. Sin embargo, su co-líder Alice Weidel lo ha negado. "Son noticias falsas. Este grupo parlamentario no existe. No habrá tal cosa como que nos unamos a un grupo parlamentario con algunos nacionalistas extranjeros dispersos que, por el contrario, serían incompatibles con la AfD en Alemania. Eso no ocurrirá y, por tanto, aún estamos muy lejos de ello", afirmó a la cadena de televisión DW. La otra gran incógnita es qué harán los 11 eurodiputados del Fidesz de Orbán, que se encuentran huérfanos sin encontrar encaje en ninguna familia.

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