Este artículo se publicó hace 2 años.
La matanza de Bucha, la mayor en Europa en los últimos 27 años, conmociona al mundo entero
Ucrania cifra en 410 el número de cadáveres recuperados hasta ahora en este suburbio al noroeste de Kiev. El presidente Volodimir Zelenski acusa a Rusia de cometer un "genocidio". Los testigos aseguran que las tropas rusas en retirada disparaban indiscriminadamente contra los civiles.
Madrid-Actualizado a
La mayor matanza en Europa en los últimos 27 años, desde la de Srebrenica en la guerra de Bosnia, ha conmocionado al mundo entero. Las impactantes imágenes de los cadáveres de civiles en las calles de Bucha, ciudad de 35.000 habitantes muy cercana a Kiev liberada este pasado fin de semana por las tropas ucranianas tras cinco semanas de combates con los soldados rusos, siguen provocando la repulsa internacional.
Ucrania cifra –de momento– en 410 el número de cadáveres recuperados en este suburbio al noroeste de Kiev. El Gobierno ucraniano ha informado este lunes de que ya han sido enterradas 340 personas. El presidente de Ucrania, Volodomir Zelenki, acusó a Rusia de "genocidio" y el ministro ucraniano de Exteriores, Dimitro Kuleba, afirmó que la de Bucha es la peor "masacre" en Europa desde la II Guerra Mundial. "Aún recolectamos y buscamos cuerpos, pero ya hemos contado cientos," explicó Kuleba.
Rusia niega que sus tropas hayan asesinado a los civiles de Bucha. Es más, pese a la condena unánime de la comunidad internacional, Rusia acusa a Ucrania de "provocación" y le responsabiliza de lo ocurrido. Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, lanzó sospechas sobre la veracidad de la matanza y dejó entrever que todo es fruto de la manipulación de Kiev al afirmar que el hecho de que las condenas occidentales "fueran publicadas minutos después de que se conocieran los materiales, no deja dudas sobre quién ordenó esta historia". Moscú afirma que durante las semanas en que el suburbio cercano a KIev estuvo bajo control ruso "ni un solo residente local sufrió acciones violentas".
Esas acusaciones mutuas entre Ucrania y Rusia han llegado a la ONU: ambos pidieron este domingo que el Consejo de Seguridad de la institución aborde la matanza de civiles descubierta en Bucha y plantearon dos reuniones desde ángulos opuestos para este lunes y este martes. El embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, pidió una reunión el martes para tratar "la agresión rusa contra Ucrania" y consideró que "cualquier guion que lean (su homólogo ruso, Vasili) Nebenzia o sus secuaces estará escrito con la sangre de los masacrados en Bucha". El Gobierno de Rusia también reclamó una reunión del Consejo de Seguridad pero para que éste estudie "las atroces provocaciones de los radicales ucranianos en Bucha", al tiempo que acusa a Kiev de intentar "interrumpir" las conversaciones de paz.
Lo cierto es que los testimonios recogidos en Bucha por los periodistas que han logrado entrar en las últimas horas en la ciudad coinciden en señalar que los soldados rusos dispararon en su huida de la ciudad a todo civil que estuviera en la calle y que hubiera salido a buscar agua, comida o medicinas. Hay muchos cadáveres que han sido hallados junto a sus bicicletas, lo que indica también que en ese momento las víctimas probablemente estaban intentando huir de los combates. No todos murieron así: algunos cadáveres llevaban las manos maniatadas a la espalda, clara muestra de que en Bucha se han cometido crímenes contra la humanidad. En este sentido, la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) afirmó este pasado domingo tener indicios de que el Ejército ruso ha cometido posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control, entre ellos ejecuciones sumarias de civiles como en la ciudad de Bucha.
"Recogimos 15 cuerpos de la calle Yablunska cuyas manos habían sido atadas y que habían recibido un disparo en la cabeza. Hoy [por el domingo el 3 de abril] encontramos 30 cuerpos", describieron miembros de los servicios funerarios de la ciudad al diario ucraniano Pravda.
Según el testimonio de un empleado de los servicios funerarios al diario local recogido por la agencia EFE, los trabajadores de la funeraria están sobrepasados y apenas dan abasto con las tareas de recuperación de cuerpos. "Mañana tenemos que visitar al menos 20 direcciones más. Muchas personas están enterradas en patios y parcelas. No podemos decir el número exacto. Todavía no tenemos listas completas. Ya hemos enterrado a alrededor de 350 personas", insistió.
"Sanciones urgentes"
La reacción internacional ha sido de condena total y absoluta. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró este pasado domingo su repulsa contra los "crímenes de guerra" cometidos en Bucha. "No pueden quedar impunes", dijo el presidente español.
España y otros países, como Suiza o Nueva Zelanda, ya han pedido que se abra una investigación internacional. Sánchez aseguró este lunes que Europa va a hacer todo lo posible para que quienes están perpetrando ese "genocidio" respondan ante los tribunales internacionales.
Destacan las reacciones de Francia y Alemania, dispuestas a dar una vuelta de tuerca en las sanciones a Rusia aunque se vean perjudicados sus intereses. El presidente francés, Emmanuel Macron describió el domingo como "insoportables" las imágenes de Bucha y este mismo lunes ha planteado un embargo al petróleo y al carbón rusos. Para lograr este objetivo, Macron explicó que va a buscar un acuerdo entre los socios europeos en los próximos días. Alemania, que mantiene una fuerte dependencia energética de Rusia, incluso plantea, en un acto sin precedentes, que la Unión Europea debe barajar la prohibición total de importar gas ruso tras la matanza.
En este sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, prometió el domingo que habrá nuevas sanciones de la Unión Europea tras las "atrocidades" cometidas por Rusia en Bucha. Esas "sanciones urgentes" fueron confirmadas este lunes por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, quien expresó en una declaración su repulsa y aseguró que esta masacre "quedará registrada en la lista de atrocidades cometidas en suelo europeo".
Estados Unidos también ha sido contundente en su condena. El secretario de Estado, Antony Blinken, acusó el domingo a las fuerzas rusas de cometer actos de brutalidad durante la invasión de Ucrania y expresó su conmoción por las imágenes de civiles muertos en Bucha: "Son como un puñetazo en el estómago", dijo Blinken, quien confirmó que Estados Unidos impondrá nuevas sanciones económicas a Rusia "muy pronto".
Nadie en el mundo permanece indiferente a lo ocurrido. La lista de Gobiernos y mandatarios que han condenado la matanza es interminable, desde Portugal a Nueva Zelanda. Sirva como ejemplo que Moldavia ha declarado este lunes "día de duelo nacional" en memoria de las víctimas de lo que la presidenta del país, Maia Sandu, ha calificado como "crímenes contra la humanidad" cometidos por Rusia en Ucrania.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado hasta la medianoche del 2 de abril un total de 3.455 bajas civiles, entre ellos 1.417 muertos y 2.038 heridos, según el último informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
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