Al menos 337 personas han muerto y más de un millar permanecen desaparecidas a causa de un alud de tierra registrado el pasado sábado por la noche en la localidad china de Zhaoqu, en el noroeste del país, según un nuevo balance divulgado a última hora de este lunes -hora local- por la agencia de noticias oficial Xinhua.

El número oficial de víctimas era hasta ahora de 137, pero la previsión de las autoridades es que aumente más todavía, ya que se calcula en 1.148 el número de personas que permanecen desaparecidas en la zona donde se produjo el desprendimiento.

El suceso de Zhaoqu, localidad ubicada en la provincia de Gansu, se añade a la cadena de tragedias provocadas por inundaciones y derrumbes de los últimos meses. Las lluvias torrenciales recientes han provocado, según el Ministerio de Asuntos Civiles, alrededor de 1.500 víctimas mortales.

Cientos de personas, entre voluntarios y fuerzas del Gobierno, se han desplazado a Zhaoqu para tratar de localizar a las personas que permanecen desaparecidas. Muchas de estas personas, como Zou Juanglian, buscan a sus parientes bajo el barro y los escombros. 'Hay alrededor de 20 miembros de mi familia ahí debajo', lamentó.

'Hay alrededor de 20 miembros de mi familia ahí debajo'

El primer ministro chino, Wen Jiabao, se ha desplazado a la ciudad, que se encontraba este lunes cubierta de agua en dos de sus terceras partes. Según pasan las horas, se reducen las posibilidades de encontrar a supervivientes en la zona de desastre, aunque este lunes por la mañana los equipos de rescate localizaron a una mujer de 74 años con vida.

Wen afirmó durante un encuentro con autoridades del condado que ahora es el 'momento crucial' de salvar la vida de los posibles supervivientes. En este sentido, instó a los equipos de rescate a inspeccionar las zonas más susceptibles de albergar a personas con vida, al tiempo que pidió recuperar infraestructuras, comunicaciones y suministros tan pronto como sea posible.