Este artículo se publicó hace 2 años.
Kamala Harris, de hacer historia como vicepresidenta de EEUU a ser invisibilizada por Biden
La líder demócrata levantó unas altas expectativas al convertirse en la primera mujer vicepresidenta; sin embargo, el presidente estadounidense apenas le ha proporcionado competencias que "puedan demostrar sus habilidades".
Sarah Yáñez-Richards
Nueva York-
Kamala Harris hizo historia el primer día que puso el pie en la Casa Blanca al convertirse en la primera persona afroamericana y mujer vicepresidenta de Estados Unidos. El ahora presidente, Joe Biden, se apoyó mucho en ella durante las elecciones para conseguir el voto de la comunidad afroamericana y el de las mujeres, pero no la está necesitando tanto para gobernar. La mayor tarea que el mandatario le ha encomendado es la de hacer frente a los problemas que ha generado la llegada masiva de inmigrantes a la frontera estadounidense.
"Ella no ha sido tan fuerte como vicepresidenta de Biden, a diferencia de Al Gore -vicepresidente de Bill Clinton- u otros vicepresidentes anteriores, y Biden realmente no le ha dado ninguna tarea en la que pueda demostrar sus habilidades", detalla a Público el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia Robert Shapiro.
Pérdida de popularidad
Las estadísticas tampoco han acompañado a Harris, su índice de aprobación ha ido bajando con los meses, ahora tiene un 39,1% a favor y un 52% en contra, según Real Clear Politics. Un número no solo más bajo que el de Biden -tanto cuando fue vicepresidente de Barack Obama como ahora, que es el principal líder del país-, sino también de sus predecesores Al Gore y Dick Cheney -segunda mano de George W. Bush.
"Básicamente, ella es la portavoz de Biden. No está actuando por su propia cuenta. Aunque ha dado su aporte colaborativo a Biden, ella está siguiendo las directrices de otro político", apunta a Público la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Georgetown de Washington D. C., Nadia Brown.
Diana de críticas
Harris, al igual que otras políticas, ha sido diana de mensajes sexistas, violentos y misóginos en las redes sociales, así como de constantes críticas por parte de los republicanos y los medios de comunicación conservadores. Brown, que también es presidenta del programa de estudios de mujeres y de género en la Universidad de Georgetown, señala que sus investigaciones apuntan a que los medios de comunicación todavía no saben cómo informar sobre las mujeres en general, y en particular sobre las mujeres afroamericanas.
"Generalmente los medios de comunicación suelen usar estos dos puntos de vista. Que ella es una mujer negra enfadada, como vimos con el hashtag I’m Speaking (estoy hablando) -etiqueta que se volvió tendencia durante el debate electoral entre el entonces vicepresidente Mike Pence y Harris-, que de cierta manera usa el estereotipo de una mujer negra furiosa. Y luego está la delgada línea de verla como femenina e informar sobre ella como Momala -una combinación en inglés de mamá y su apellido- así como de su relación con Douglas Emhoff -su marido-", anota la experta.
Kamala Harris, a los migrantes: "No vengan"
En su primer viaje internacional, el junio pasado, Harris visitó Guatemala y México, desde donde la demócrata mandó un rotundo mensaje a los migrantes centroamericanos que intentan huir de la miseria de sus países en busca de una nueva vida en Estados Unidos. "No vengan". "Cuando ella va a Guatemala y dice que no vengan a este país, le da una bofetada a toda la comunidad latina", explica a Público el analista político Luis Alvarado.
Harris iba a ser la persona indicada para "entender el fenómeno migratorio", ya que viene de una familia migrante
Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos que se reunió en El Paso, ciudad de Texas en la frontera de Estados Unidos y México, para hablar con la vicepresidenta en verano, señala a Público que creía que Harris iba a ser la persona indicada para "entender el fenómeno migratorio", ya que viene de una familia migrante -su madre llegó de India en 1958 y su padre de Jamaica en 1961- y que ella ayudaría a "humanizar el migrante y humanizar la política migratoria". "Pero no hemos visto mucho", se lamenta García.
El activista califica la política migratoria de la administración Biden-Harris como "muy mediocre", en parte porque continuaron con políticas que implantó el Gobierno de Donald Trump, como el programa Protocolos de Protección a Migrantes o "Quédate en México", que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México el desarrollo de sus procesos en Estados Unidos, así como el Título 42, que permite expulsar por razones sanitarias a los migrantes que cruzan la frontera. Pero además porque no aprobaron la reforma migratoria, promesa electoral del presidente de dar la ciudadanía a casi 11 millones de indocumentados, que ahora está estancada en el Senado.
Una hora y 25 minutos
El pasado 19 noviembre, durante una hora y 25 minutos, Harris se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia de Estados Unidos mientras que Biden estaba bajo el efecto de la anestesia para someterse a una colonoscopia de rutina. "Eso es una gran victoria para Kamala Harris y la representación de mujeres aunque se tratase de un corto periodo de tiempo", apunta Brown.
Con 79 años, Biden es el presidente más anciano de la historia de Estados Unidos. En tanto, se especula con la posibilidad de que Harris tenga que tomar los mandos del Gobierno si la salud del demócrata empeora en los siguientes tres años, así como que Biden opte por no presentarse a las elecciones de 2024, dejando así el camino libre a la segunda en mando. Si Harris se presentase a las siguientes elecciones presidenciales, sin duda contaría con más experiencia y contactos, uno de sus puntos débiles de su candidatura de 2020.
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