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Johnson rechaza dimitir por el 'partygate' pese a perder cada vez más apoyo incluso dentro de su propio partido

El primer ministro británico ha anunciado el fin de las restricciones, incluido el uso de la mascarilla, tras una dura sesión de control marcada por las fiestas del Gobierno celebradas durante el confinamiento.

Boris Johnson sale del número 10 de Downing Street este 19 de enero.
Boris Johnson sale del número 10 de Downing Street este 19 de enero. Europa Press

Boris Johnson ha rechazado dimitir este miércoles por el escándalo conocido como partygate. Sin embargo, está en la cuerda floja porque la posición de los conservadores se ha endurecido en las últimas horas y un grupo de diputados ya habla abiertamente sobre cómo destituir a Johnson

El primer ministro británico, al ser preguntado por la diputada liberaldemócrata Wendy Chamberlain si no era "la hora" de que dimitiera, contestó con un rotundo "no" y pidió esperar a conocer el resultado de la investigación que lleva a cabo la funcionaria Sue Gray, a cargo de esclarecer qué ocurrió en Downing Street.

El premier intenta seguir en el puesto manteniendo que no mintió en el Parlamento y que nadie le había avisado de que la fiesta convocada, que tenía la instrucción "trae tu propia bebida" y a la que fueron entre 30 y 40 empleados, iba en contra de las normas sanitarias en vigor.

El primer ministro ha anunciado el fin de las restricciones a partir del 26 de enero

Así, el primer ministro se enfrentó a la sesión de control este miércoles intentando cambiar el foco. Por ello, anunció el final de todas las restricciones en Inglaterra aprobadas contra la variante ómicron, incluida la obligación de llevar mascarillas en el transporte público, las tiendas y las escuelas, a partir del próximo 26 de enero.

La oposición no le siguió el juego. El líder laborista, Keir Starmer, acusó a Johnson de ser "incapaz de ofrecer el liderazgo" que el país necesita y calificó de "increíbles excusas" las dadas por el primer ministro sobre si estaba o no al tanto de las fiestas, según recoge Efe.

Starmer agregó que Johnson no podía esperar que la población británica creyera que no sabía que eran fiestas cuando había "botellas (de vino) y platos con bocadillos".

Desde las filas de su propio partido, Johnson también ha tenido que escuchar una petición de dimisión. David Davies, peso pesado de los tories, dijo durante la sesión de control: "En el nombre de Dios, váyase".

Además, el diputado conservador británico Christian Wakeford se ha pasado este miércoles al Partido Laborista por estar en desacuerdo con la gestión del primer ministro, según ha informado la BBC.

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