La espiral de violencia entre Israel y las milicias palestinas se sigue cobrando víctimas un día después del ataque sorpresa y sin precedentes de Hamás. Sobre la mesa ya están los graves fallos del laureado servicio de inteligencia israelí y de uno de los ejércitos con mayor inversión y tecnología militar.

Pero también ha mostrado una sorprendente capacidad de las milicias palestinas para organizar durante largo tiempo una operación simultanea de gran magnitud, por tierra mar y aire, con la que lograron infiltrar grupos armados en territorio israelí y atacar hasta ocho localidades hebreas del sur del país. Es el ataque más mortífero contra Israel que se recuerda desde la primera guerra árabe-israelí en 1948. Muchos analistas comparan la operación de Hamás con el inicio de la Guerra del Yom Kipur, en 1973, cuando los ejércitos de Siria y Egipto también atacaron por sorpresa al Estado judío ante su expansión descontrolada.

El balance de víctimas aumenta cada poco tiempo y los muertos ya superan el millar, con más de 700 fallecidos israelíes y más de 400 palestinos. Los heridos en hospitales hebreos superan los 2.400, mientras que en la franja de Gaza, objeto de incesantes bombardeos de la aviación israelí desde el sábado, superan los 2.200.

Los diezmados hospitales de la franja, sin apenas recursos, no dan abasto. El principal centro hospitalario del enclave palestino "es como un matadero", resumía el doctor Mahmoud Shalabi, director en Gaza de la organización benéfica Ayuda Médica para los Palestinos. "Había muchos cadáveres en la morgue y mucho personal médico no pudo hacer frente a la enorme afluencia de víctimas que estaban recibiendo", añadía en declaraciones a la BBC.

La Fuerzas de Defensa de Israel han publicado imágenes de bombardeos de precisión contra militantes palestinos durante la noche, aseguran que han atacado el cuartel general de Hamás, puntos clave de logística y almacenes de armamento. Pero también han caído bombas israelíes contra edificios residenciales de Gaza que han quedado reducidos a escombros. Incluso contra una de las escuelas de misión de la ONU para los refugiados palestinos, en la que ha impactado un misil y ha sufrido graves daños, aunque sin ocasionar heridos. Allí se refugiaban más de 220 personas

"Ahora mismo no se pueden utilizar ambulancias porque están siendo atacadas", ha denunciado este domingo Ayman Al-Djaroucha, coordinador adjunto de Médicos Sin Fronteras en Gaza.

La ONU exige la entrada de ayuda en Gaza

La ya deteriorada situación en Gaza, donde se hacinan más de dos millones de personas en 365 kilómetros cuadrados, amenaza con empeorar. El bloqueo israelí desde 2007 a la entrada de cualquier suministro, incluido el agua potable y la electricidad, han sumido a la franja en una crisis humanitaria crónica en la que el 90% de la población depende de la ayuda internacional para sobrevivir.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas ha pedido este domingo  "el acceso humanitario en condiciones de seguridad y sin trabas a las zonas afectadas" por la guerra. Asegura que está preparado para "responder rápidamente con reservas de alimentos para las personas desplazadas o alojadas en refugios, cuando la situación lo permita, y a reanudar su asistencia habitual en materia de alimentos y transferencias de efectivo a las personas vulnerables".

Según calcula este organismo, la mayoría de los comercios de las zonas afectadas de Palestina "mantienen en la actualidad reservas de alimentos para un mes", pero corren el riesgo de agotarse y también de echarse a perder por la falta de suministro eléctrico.

Más de 100 israelíes capturados en Gaza

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya anunció este sábado que Israel estaba "en guerra". Este domingo, tras presidir el Consejo de Seguridad, ha aprobado oficialmente el estado de guerra en el país, que capacita al Ejército para llevar a cabo "destacadas actividades militares" en el marco de la guerra con Hamás declarada el sábado, informan medios israelíes.

Las tropas israelíes todavía no han recuperado el control total de las zonas atacadas por Hamás en el sur. Fuentes militares han asegurado que han abatido a centenares –400 según el último balance– de militantes islamistas que todavía continuaban en zona israelí y que han capturado a docenas más, pero los combates todavía continúan y no han informado de bajas en sus filas.

Netanyahu está enviando blindados a la frontera con Gaza y no se descarta la entrada de tropas en el enclave palestina. Se ha ordenado la evacuación de la población civil de las zonas próximas a Gaza mientras decenas de miles de israelíes en la reserva están siendo movilizados y llamados a filas. Tanto Netanyahu como diferentes portavoces del Ejecutivo y del Ejército apuntan a una "guerra larga y difícil" en la que Israel ha prometido "venganza" y una contundencia "como nunca antes".

Este domingo, por primera vez desde el ataque de Hamás, Israel ha reconocido que hay más de un centenar de soldados y civiles israelíes en poder de las milicias palestinas en Gaza. "Los números siguen subiendo y con ellos nuestra tristeza. Nuestras plegarias están con las familias de los secuestrados, asesinados o heridos por Hamás", escribió la Oficina de Prensa del Gobierno.

"No fueron contra objetivos militares, sino contra civiles. Fueron a por abuelas, niños, bebés. Los números no tienen precedentes", dijo este domingo el portavoz internacional de las Fuerzas de Defensa de Israel, Richard Hecht, que califica el ataque como "nuestro 11 de septiembre", en referencia a los atentados de Al Qaeda 2001 en Estados Unidos.

La noche del domingo, una unidad de las fuerzas especiales de la Marina israelí capturó al subcomandante de la división sur de la fuerza naval de Hamás en Gaza, Muhammad Abu Ghali, informó el portavoz militar de Israel. El alto mando de Hamás está detenido y bajo interrogatorio por las fuerzas de seguridad israelíes, indicó el portavoz.

Casi al mismo tiempo, Hamás atacó con cohetes el aeropuerto de Ben Gurion, el principal de Israel, en cuya zona central, donde se encuentra dicha instalación, han comenzado a sonar las sirenas que avisan de un ataque aéreo, informaron medios israelíes.

Posible entrada de Hezbolá en la guerra

En el horizonte planea la posibilidad de que el conflicto armado se extienda a otros puntos críticos de las fronteras israelíes. Este domingo se han registrado intercambios de fuego de artillería entre las tropas hebreas y el partido milicia chií libanés Hezbolá.

La milicia libanesa, financiada y apoyada por Irán, tiene el control de facto en el sur del Líbano. Según informó el Ejército israelí, respondieron a un ataque contra posiciones hebreas en la zona de las Granjas de Shebaa, una pequeña franja de 14 kilómetros cuadrados en la frontera entre Líbano, Siria e Israel, que ocupó militarmente el enclave tras su victoria en la Guerra de los Seis Días de 1967. Por el momento no ha trascendido el número de víctimas mortales tras el ataque, pero sí se sabe que al menos dos menores han resultado heridos.

El temor a un nuevo frente abierto con Hezbolá va creciendo en Israel desde el ataque de Hamás del sábado y diferentes portavoces militares hebreos han advertido a la milicia de que cualquier movimiento será respondido con dureza.

La incertidumbre sobre el rumbo de la operación militar israelí todavía se mantiene mientras Hamás ha seguido lanzando cohetes contra su territorio este domingo. La posibilidad de un alto el fuego negociado todavía está lejos pese a los intentos de mediación de países como Egipto. Este domingo se celebra a puerta cerrada la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la nueva guerra de un conflicto que ya dura siete décadas.