El Ejército de Israel está ofreciendo a migrantes africanos y solicitantes de asilo emplearse como mercenarios en la guerra de Gaza a cambio de permisos permanentes de residencia en el país, según un reportaje publicado por el periódico israelí Haaretz este pasado domingo. Esta información no ha sido confirmada pero tampoco desmentida por el Gobierno de Israel.

De acuerdo con esta información, el Ejército de Israel quiere reclutar a solicitantes de asilo, mayoritariamente africanos, para que "contribuyan al esfuerzo de guerra" en Gaza a cambio de "ayuda para resolver su situación".

Estos solicitantes de asilo participarían "en operaciones militares en ocasiones potencialmente mortales en Gaza", según desprende de los numerosos testimonios recopilados por Haaretz.

Actualmente hay más de 30.000 demandantes de asilo viviendo en Israel. La información del diario israelí asegura que "los funcionarios de defensa se dieron cuenta de que podían utilizar a los solicitantes de asilo y explotar su deseo de obtener un estatus permanente en Israel como incentivo". 

Haaretz apunta que aún no se ha otorgado ningún permiso de residencia bajo estas condiciones aunque los testimonios recogidos por el medio israelí aseguran que funcionarios de seguridad israelíes ya se han entrevistado con solicitantes de asilo para explorar las posibilidades de incorporarlos a filas. El Ejército de Israel también está sopesando que los hijos de estas personas se puedan alistar para participar en la campaña de exterminio de Gaza.

Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, más de 41.000 palestinos han muerto y la situación humanitaria en Gaza es crítica. 

9.000 rifles para 97 equipos civiles de defensa

Al hilo de esta información, Israel también está utilizando a grupos de civiles armados contra los palestinos. El Ministerio de Defensa anunció este lunes el reparto de unos 9.000 rifles de asalto para los equipos civiles de defensa del norte del país, en plena escalada con el grupo chií Hizbulá, con presencia en el sur de Líbano.

En un comunicado, el ministerio de Defensa israelí explicó que ha invertido unos 50 millones de séqueles (13 millones de euros) en rifles Arad de fabricación israelí, que se repartirán entre 97 "equipos de respuesta rápida" en varias comunidades del norte del país.

Además, señaló que ahora está en marcha una segunda fase de rearme para equipar a las comunidades de los Altos del Golán sirios ocupados, y que, una vez completada, unos 120 equipos civiles en el norte estarán completamente equipados.

Los "equipos de respuesta rápida", como los llama Israel, son unidades civiles que actúan en coordinación con el Ejército en varias comunidades, incluidos algunos asentamientos judíos ilegales en Cisjordania ocupada.

Durante los ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas y 251 fueron secuestradas (dando pie a la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza), varios miembros de estos equipos, poco equipados en aquel momento, murieron defendiendo las comunidades fronterizas. 

Desde entonces, las autoridades israelíes han rearmado a estos grupos y han extendido la iniciativa al norte, donde el constante fuego cruzado con Hizbulá amenaza con desembocar en un conflicto abierto.