Las fuerzas israelíes han informado este viernes de un ataque aéreo en el sur de Líbano con el que han asesinado a Abás Adnan Moslem, comandante de la unidad de élite Radwan de Hizbulá. Moslem, quien tenía bajo su cargo la zona de Aitaroun, una localidad en la frontera sur de Líbano, fue señalado como un objetivo clave en la ofensiva israelí.

Además de este ataque, Israel ha llevado a cabo más de 200 bombardeos en "objetivos" de Hizbulá en el sur del Líbano, los cuales incluyen milicianos, almacenes de armas y puntos de observación.

En un incidente particular, el Ejército sionista interceptó a un grupo de combatientes de Hizbulá que planeaban una emboscada. Según las fuentes israelíes, los abatieron y encontraron un lanzacohetes que fue desmantelado.

Medios libaneses denuncian asesinatos de periodistas

Varios diarios libaneses también denuncian que el ataque israelí que ha tenido lugar este viernes ha matado a tres periodistas mientras dormían. Entre ellos, se encontraban dos cámaras y un ingeniero que trabajaban para distintos medios y que se hospedaban en Hasbaya, en el sur de Líbano.

El Gobierno libanés lo ha calificado de "crimen de guerra" y señala que otros tres reporteros también resultaron heridos por el bombardeo. "Esto es un crimen de guerra", ha escrito en su cuenta de X el ministro de Información libanés, Ziad Makary, que ha denunciado que "el enemigo israelí esperó a que los periodistas descansaran por la noche para traicionarles mientras dormían" y acusó al Estado judío de asesinarlos "de manera premeditada".

Las víctimas son Ghasan Nayar, Mohamed Reda y Wisam Qasem, todos ellos trabajadores de los canales de televisión libaneses Al Mayadeen y Al Manar. Según el funcionario, la residencia atacada acogía a otros 18 periodistas de siete medios de comunicaciones libaneses y árabes, y ha recordado que "durante los últimos meses no dejaron de cubrir las noticias sobre el terreno y transmitirlas para revelar los crímenes" cometidos por Israel en el país mediterráneo.

Los asesinatos se producen 24 horas después de que un ataque israelí alcanzara una oficina que utilizaba el diario Al Mayadeen en los suburbios del sur de Beirut. El Ministerio de Sanidad libanés dijo que una persona murió y otras cinco, entre ellas un niño, resultaron heridas en ese ataque.

Desde la ofensiva israelí del 1 de octubre, al menos 29 soldados sionistas han perdido la vida en la frontera, junto con cuatro civiles en Israel, mientras los enfrentamientos con Hizbulá en el sur del Líbano se intensifican.

De acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), hasta el 24 de octubre, sus investigaciones preliminares indican que al menos 128 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han fallecido desde la declaración de guerra contra Gaza. Este período se ha convertido en el más mortal para el gremio desde que el CPJ comenzó a recopilar estos datos en 1992.

Nuevos ataques en hospitales de Gaza

El Ejército israelí también ha allanado este viernes un operativo en el hospital Kamal Adwan de Beit Lahia, en el norte de Gaza, según informa la agencia de noticias palestina Wafa. En el lugar, donde se encuentran atrapadas más de 100 personas, los militares han obligado a los pacientes reunirse en el patio central. Este centro médico es uno de los pocos que aún funciona en la región, donde los bombardeos sionistas de las últimas semanas han provocado al menos 700 fallecidos y desplazado a miles de personas, indican autoridades gazatíes.

La Defensa Civil de Gaza ha comunicado que los servicios de emergencia en el norte se han visto interrumpidos por la ofensiva israelí, que mantiene bajo asedio a los principales hospitales, atacando también ambulancias y equipos de rescate. Esto ha forzado el cierre del hospital Indonesio de Beit Lahia, mientras que el Kamal Adwan y el hospital Al Awda operan de manera limitada y en riesgo de colapso.

Además, el portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal, informó que la última ambulancia disponible en el norte fue destruida por un ataque israelí, complicando aún más la situación de emergencia. Las autoridades de Gaza denuncian que en otro ataque contra el campamento de Yabalia, aproximadamente 150 personas han sido asesinadas, aunque los servicios de rescate no han podido llegar debido al cerco militar.

La cadena Al Jazeera informa, citando fuentes de Defensa Civil de Gaza, que más de 150 personas, entre pacientes y personal médico, permanecen atrapadas en el hospital Kamal Adwan, invadido este viernes. El jueves por la tarde, tanques israelíes dispararon contra el centro, destruyendo una estación de oxígeno, lo que ha afectado gravemente la atención médica en el lugar.

También este jueves, cinco soldados israelíes, cuatro de ellos reservistas –es decir, voluntarios–, murieron en combates recientes en el sur de Líbano. El Ejército de Netanyahu ha redoblado sus operaciones en la zona en un intento por frenar las actividades de Hizbulá y consolidar su control en el área fronteriza.

Por otro lado, los sionistas han matado más de 2.500 personas en Líbano en el último año, la mayoría de ellas en el último mes. Israel sostiene que aproximadamente 1.500 víctimas eran combatientes de Hizbulá, mientras que el resto –un millar de personas– eran civiles. Por su parte, las autoridades libanesas afirman que la campaña militar israelí ha desplazado a más de un millón, generando una crisis humanitaria.

Desde el comienzo de este recrudecimiento en las hostilidades el 8 de octubre, han fallecido 52 personas en Israel, con víctimas que incluyen tanto a soldados como a civiles. En el lado libanés, el número de muertos supera los 700, incluyendo centenares de civiles.

Estados Unidos ya ha dado un tirón de orejas a Israel y recuerda a los sionistas que deben tomar medidas efectivas para evitar víctimas civiles y no poner en peligro a las fuerzas de paz de la ONU ni a los soldados del Ejército libanés en sus ataques contra Gaza y Líbano.