Aumenta la tensión en las relaciones de Israel con el Líbano y la sombra de una guerra recorre en la escalada de violencia que ha tenido lugar este sábado. Un proyectil atribuido a Hizbolá –aunque el grupo armado niega su autoría– acabó con la vida de 12 menores drusos en los Altos del Golán, ocupados por Israel. Como respuesta, el Ejército sionista ha bombardeado siete regiones del país, pero ya han advertido de que las represalias no quedarán ahí.

"Hizbulá pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora", advirtió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la noche del sábado. Este adelantó su regreso al país, ya que se encontraba de visita en EEUU. El cohete aterrizó sobre un campo de fútbol en Majdal Shams, al norte del territorio que ocupa Israel. Los fallecidos, 12 menores de diez a 16 años, han sido enterrados este domingo con miles de asistentes.

"Atacaremos duramente al enemigo", enfatizó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en una conversación con el líder espiritual de la comunidad drusa, Sheikh Mowafaq Tarif, con quien también conversó este sábado por teléfono el primer ministro.

En concreto, Israel ha bombardeado las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka'a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa. Los ataques han causado un número indeterminado de heridos y daños materiales. Sin embargo, la jerarquía militar ha adelantad que la respuesta será mayor.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kananí, ha realizado una advertencia en un comunicado y ha asegurado que cualquier "acción ignorante" israelí puede provocar el aumento de la inestabilidad regional.

La frontera entre Israel y Líbano experimenta su mayor escalada de tensión desde 2006, con un feroz intercambio de ataques, que comenzó el 8 de octubre. Este conflicto ha provocado la muerte de aproximadamente 565 personas, en su mayoría del lado libanés y dentro de las filas de Hizbulá. El grupo armado ha reportado cerca de 350 bajas entre sus milicianos y comandantes –algunas de ellas ocurridas en Siria–, además de la muerte de un centenar de civiles.