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De la inmigración al clima: así se ha acercado Von der Leyen a la ultraderecha para mantener su puesto en la UE

La alemana quiere repetir otros cinco años al frente de la Comisión Europea y abre la puerta a tejer alianzas con la extrema derecha.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, interviene en el XVI Congreso Económico Europeo en el Centro Internacional de Congresos de Katowice (Polonia)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, interviene en el XVI Congreso Económico Europeo en el Centro Internacional de Congresos de Katowice (Polonia). Grzegorz Wajda/SOPA / Europa Press

Ursula von der Leyen ha sido durante estos cinco años en los que ha asumido las riendas de la Comisión Europea una sorpresa en muchos aspectos. Una de ellas ha sido su capacidad camaleónica para adaptar sus discursos y políticas en función de los vientos que corrían.

Von der Leyen opta por la mano dura para alinearse con su partido, el Partido Popular Europeo

En 2019 pasó el examen del Parlamento Europeo por la mínima de nueve votos. Lo hizo ofreciendo concesiones en materia social, de género y climática para seducir a los sectores más progresistas. Ahora, en plena campaña de las elecciones europeas, opta por la mano dura para alinearse con su partido, el Partido Popular Europeo, y para robarle votos a una extrema derecha en auge.

Endurecimiento de la política migratoria

A lo largo de esta legislatura, la ex ministra de Defensa de Angela Merkel ha mantenido una relación de tensión con sus propias filas, que en muchas ocasiones le achacaban una agenda más propia de los socialdemócratas que de los democristianos. El tema donde más se ha plasmado un endurecimiento reciente y más radical de tono ha sido el migratorio

"Tendremos una postura humana y hay principios: salvar vidas en el mar no es una opción. La migración siempre ha sido algo que ha dado forma a Europa y siempre lo será. A lo largo de siglos ha definido nuestras sociedades y ha enriquecido nuestras culturas", afirmaba la alemana en septiembre de 2020, durante su primer discurso sobre el estado de la Unión.

Cuatro años después, con la aprobación del Pacto de Asilo y Migración -muy criticado por las ONG por sus abusos a los derechos humanos y que ha supuesto la consolidación de la Europa fortaleza- su mensaje es otro. "Seremos nosotros, y no los traficantes, quien determine quién puede entrar y no a Europa", ha señalado en varias ocasiones. Los hechos también lo avalan.

Endurecimiento de Von der Leyen y tono más radical en cuanto a la migración

Durante los últimos meses, la Comisión Europea ha sellado acuerdos migratorios con Egipto y Túnez, en manos de regímenes autoritarios. Su esencia consiste en regar a estos países con millones a cambio de que contengan y repatrien a las barcazas que parten de sus costas con destino al Viejo Continente. Los efectivos de Frontex también han aumentado hasta más de 10.000 en los últimos años y las vallas y alambradas han brotado en los confines comunitarios han crecido como nunca antes.

Esta misma semana, 15 Estados miembros le han enviado una carta pidiendo endurecer todavía más la política migratoria. La demanda principal de la iniciativa -comandada por Dinamarca, en manos de la socialdemocracia- pasa por enviar a los migrantes a países terceros para que sea allí, lejos de las fronteras del bloque comunitario, donde se hospeden mientras se tramita su solicitud de asilo. Es un modelo que Italia ya aplica con Albania y que el Reino Unido está intentando llevar a cabo con Ruanda.

Esta estrategia es la que defiende el Partido Popular Europeo, comandado por Von der Leyen como candidata (Spitzenkandidat) para revalidar su puesto al frente de la Comisión Europea. En su manifiesto para la campaña, aprobado hace unos meses en Bucarest, los democristianos optan por instaurar la vía Ruanda. "Queremos implementar el concepto de países terceros seguros. Cualquier persona que solicite asilo en la UE podrá ser trasladado a un país tercero seguro y cursar el procedimiento de asilo desde allí", reza el programa, que define tres prioridades en este ámbito: prevenir la inmigración ilegal en la UE, ayudar a los Estados miembros a proteger sus fronteras externas e incrementar el retorno de las personas migrantes a sus países.

Metamorfosis en la lucha climática

La otra pata de esta metamorfosis es la lucha contra el cambio climático. Von der Leyen aterrizó en el piso 13º del Berlaymont, sede de la Comisión Europea donde trabaja y vive, con el Pacto Verde Europeo como su buque insignia. Hizo de él su gran prioridad política para este mandato. En su presentación lo definió como un acontecimiento equiparable a la "llegada del hombre a la luna". "El Pacto Verde Europeo es un deber para la salud de nuestro planeta y de nuestra gente. También de nuestra economía. Representa una nueva estrategia de crecimiento. Al mismo tiempo que reducimos las emisiones contaminantes crearemos más empleos", afirmó en 2019.

Las filas populares siempre creyeron que Von der Layen había ido demasiado lejos con la agenda verde

"Necesitamos cambiar la forma de tratar a la naturaleza, de producir, consumir, vivir, trabajar, comer, nos calentamos, la forma en la que viajamos y nos trasladamos. Por lo tanto, abordaremos todos los aspectos, desde los productos químicos peligrosos hasta la deforestación y la contaminación", reafirmó en 2020. Tres años después, con los tractores rugiendo en forma de protestas masivas en buena parte de Europa y con la presión incipiente de las filas populares –que siempre han creído que ha ido demasiado lejos, con demasiada regulación y demasiado rápido con esta agenda verde-, la propia Von der Leyen retiró la ley de pesticidas.

En paralelo, los populares intentaron sin éxito tumbar la ley de restauración de la naturaleza, dos de los pilares del pacto verde. La líder del Ejecutivo comunitario ha ido recientemente haciendo guiños al mundo rural, cuyo voto será clave en las elecciones europeas que se celebran entre el 6 y el 9 de junio. "Junto con los hombres y mujeres del sector agrario, debemos responder a los nuevos desafíos. Esta es la única manera en que podemos salvaguardar nuestra seguridad alimentaria en el futuro. Necesitamos más diálogo y menos polarización", aseguró hace unos meses, en el marco de su último discurso del estado de la Unión.

En el manifiesto del partido se desprende que "la protección del clima, la biodiversidad y la conservación de una naturaleza sostenible solo puede lograrse con y contra los agricultores". Para avanzar en las legislaciones, Von der Leyen se ha apoyado principalmente en socialdemócratas, liberales y, en algunas ocasiones, verdes. Pero esta alianza tradicional podría saltar por los aires tras los comicios de junio.

La presidenta de la Comisión Europea ya ha abierto la puerta a pactar con la extrema derecha

La alemana ya ha abierto la puerta a pactar con la extrema derecha. "Para mí es importante trabajar con proeuropeos, pro-OTAN, pro-Ucrania, los grupos que apoyen claramente nuestros valores democráticos", afirmó durante la presentación de su candidatura. Lo que daba a entender es que descartaba bailar con fuerzas como Alternativa para Alemania o el grupo que lidera Le Pen, pero tendía la mano a otros como los Hermanos de Italia comandados por Giorgia Meloni, que desde el principio recibió una bienvenida calurosa en los pasillos de poder de la capital comunitaria.

"Si miras a los extremistas, ya sea a la derecha o a la izquierda, ellos miran atrás y temen cualquier tipo de cambio. Nosotros, los grupos democráticos de centro, tenemos que demostrar que tenemos muy claro cómo queremos abordar los desafíos y cambios que tenemos por delante", afirmaba hace menos de un año junto a Pedro Sánchez durante la inauguración de la Presidencia española del Consejo de la UE.

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