"La idea es usar una camioneta como si fuera una cortadora de césped, para acribillar a los enemigos de Alá"

MADRID.- Ningún grupo terrorista ha reivindicado la autoría del atentado en Niza, pero el modus operandi del hombre que segó las vidas de más de 80 personas atropellándolas con un camión ya había sido planteado por Al Quaeda, una de las organizaciones más sanguinarias.

El Daesh, responsable de los últimos atentados yihadistas en suelo europeo, acostumbra a recomendar a los suyos que utilicen todos los medios a su alcance para sembrar el terror, -en 2014 ya recomendaba utilizar coches para matar- pero lo cierto es que, como recogen distintos medios internacionales, la idea del atropello apareció en el segundo número de la revista Inspire, el vehículo de difusión de la propaganda de los terroristas de Al Qaeda en inglés. 

El artículo en cuestión, La segadora definitiva, publicado en 2010, recoge varias "sugerencias" para perpetrar una matanza utilizando una camioneta: "Le damos a nuestros lectores sugerencias de como llevar a cabo la yihad individual. Aquí una idea de como un musulmán podría hacerla. Es una idea sencilla y no requiere mucha preparación... "La idea es usar una camioneta como si fuera una cortadora de césped, no para segar la hierba sino para acribillar a los enemigos de Alá", apunta el texto que recomienda elegir "los lugares más concurridos" para atentar.

Yayha Ibrahim firma un artículo que recoge todo tipo de detalles macabros para causar el mayor número de daños en un atentado con una "camioneta o camión lo más robusto posible": "Quizá necesites colocarle cuchillos en el frontal. Un set de cuchillos de carnicero puede ser suficiente o también finas hojas de acero. No necesitan estar especialmente afiladas ya que, con la velocidad del camión en el momento del impacto, atravesarán cualquier hueso fácilmente. Puedes situar las cuchillas tan arriba como quieras, a la altura de los faros, para golpear a tu objetivo en el torso o más arriba", recoge el texto, que también aconseja circular "a la máxima velocidad" posible y "estudiar el recorrido" para controlar los lugares en los que las potenciales víctimas puedan guarecerse.