Este artículo se publicó hace 7 años.
Un hombre mata a tiros a 39 personas en una discoteca en Estambul
En el atentado resultaron heridas otras 69 personas. El terrorista, que según algunos testigos hablaba en árabe, sigue desaparecido, aunque ya hay indicios sobre su identidad.
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ESTAMBUL.- Un atentado terrorista en una discoteca de Estambul en la que se celebraba una fiesta de Año Nuevo ha terminado con 39 víctimas mortales, entre ellos 16 extranjeros, y otras 69 personas heridas -4 de ellos en estado crítico-, según informó el ministro turco del Interior, Süleyman Soylu.
El ataque fue perpetrado a la 01.30 hora local (22.30 GMT) en la discoteca Reina, situado a las orillas del Bósforo, por un desconocido con un arma automática que está huido y la operación policial para su búsqueda y captura está en curso, añadió el ministro.
En un primer momento se dijo que el atacante iba vestido de Papa Noel. La Policía descarta esa hipótesis
"Nuestra policía ha puesto en marcha una operación y esperamos que sea capturado pronto", dijo Soylu, citado por la agencia semipública Anadolu. La televisión CNNTürk informó de que la Policía ha lanzado una operación policial en Kuruçesme, un bario vecino al de Ortakoy, donde ocurrió el ataque, y están buscando allí al sospechoso
El primer ministro turco, Binali Yildirim, dio horas después más detalles sobre el atentado. Al parecer, el atacante -que en un primer momento se dijo que iba vestido de Papa Noel, pero ahora se descarta- dejó su arma en el lugar de los hechos. La policía ya cuenta con unos primeros indicios sobre su identidad, aunque todavía se desconocen los detalles de la misma.
"He oído que el terrorista iba vestido de Papá Noel. No es cierto", declaró el primer ministro. "Es un terrorista como ya los conocemos. Disparó al policía de la puerta, entró y ametralló y mató a personas inocentes. Entonces dejó el arma y abandonó el lugar durante el caos", relató el jefe del Gobierno turco.
Yildirim agregó que la policía tiene "algunas opciones sobre la identidad de los atacantes", sin entrar en más precisiones. "Algunos detalles han comenzado a emerger pero las autoridades están trabajando para lograr un resultado concreto", dijo sobre quién podría estar detrás del ataque, del que hasta ahora no se ha responsabilizado ningún grupo.
De las 21 víctimas han sido identificadas, de las que "16 son extranjeros, mientras que los otros cinco son ciudadanos turcos". Entre los 69 heridos que están recibiendo tratamiento en diversos hospitales, cuatro "están en estado crítico y uno de ellos está gravemente herido", dijo.
Según el Ministerio de Exteriores que dirige Alfonso Dastis no hay ningún español entre los fallecidos en el ataque. Por su parte, el Centro Cultural Islámico de Madrid ha rechazado y condenado el atentado en un comunicado en el que ha querido destacar que los musulmanes reiteran su "total rechazo a actos de violencia contra la población civil en todas partes del mundo".
Anteriormente, el gobernador de Estambul, Vasip Sahin, había informado de que "un terrorista con armas pesadas cometió este acto salvaje abriendo fuego contra personas inocentes que estaban celebrando el Año Nuevo".
Sahin explicó que el atacante mató primero a un policía y a un civil en la puerta de la discoteca, antes de entrar en el interior de la misma y abrir fuego contra la multitud que estaba celebrando el Año Nuevo. "Un terrorista que llevaba un arma de largo alcance mató al oficial de policía que estaba vigilando afuera, y luego a otro ciudadano para entrar", indicó.
Según la televisión CNNTürk, entre 50 y 60 ambulancias acudieron al lugar de los hechos.
Las autoridades turcas impusieron tras el ataque un silencio informativo, una medida habitual después de grandes atentados.
La discoteca Reina es un conocido lugar de ocio de la alta sociedad de Estambul y frecuentado por celebridades, futbolistas y empresarios.
Un camarero del local indicó al diario Hürriyet que en el local había unas 500 o 600 personas festejando la llegada del 2017, y que intentaron huir, presas del pánico. Según el diario Hürriyet, numerosos clientes del club se lanzaron al mar, y la guardia costera realizó una operación de rescate para salvarlos.
Las primeras informaciones indicaban que eran tres los atacantes, que iban vestidos de Papa Noel y varios testigos afirmaron que los atacantes gritaban consignas en árabe. Ahora se sabe que era sólo un terrorista y que no iba disfrazado.
Ninguna organización terrorista se ha atribuido aún el atentado
Hasta el momento, el atentado no ha sido reivindicado. "El terrorismo ha vuelto a levantar su feo rostro", dijo el ministro de Transportes, Ahmet Arslan, a la cadena NTV.
La policía ha desplazado numerosos agentes al lugar para registrar el local, además de ambulancias, y ha detenido a un taxista que aparentemente llevó a uno de los atacantes al club Reina.
El dueño del club, Mehmet Koçarslan, aseguró al diario Hürriyet que los servicios secretos estadounidenses ya habían avisado de posibles ataques una semana antes y que se habían tomado medidas adicionales de seguridad a orillas del Bósforo.
La Policía había desplegado a unos 25.000 agentes esta noche en Estambul para prevenir atentados, después de que el país se viera golpeado por una oleada de ataques en los últimos meses.
Alrededor de 300 personas murieron en 2016 en distintos atentados cometidos en Turquía por el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) o por la organización armada Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), una escisión del PKK, la guerrilla kurda.
La policía turca ha atribuido al Daesh varios atentados en Estambul contra intereses turísticos, como fue el ataque al Aeropuerto internacional Atatürk, que causó 45 muertos el pasado junio.
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