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Hollande: el bálsamo del ajuste fiscal

Varios analistas coinciden en que la victoria del candidato socialista francés relajará las exigencias de Bruselas a España sobre el cumplimiento del objetivo de déficit

IÑIGO ADURIZ

Nunca antes unas elecciones presidenciales en Francia habían suscitado tanta expectación en la Unión Europea como las que han encumbrado a François Hollande como el nuevo inquilino de El Elíseo, este domingo. Y nunca antes habían sido consideradas tan determinantes para el futuro de la economía española. En pleno cogollo de la crisis, la alianza francoalemana fraguada por el hasta ahora presidente galo, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, ha venido marcando la senda de las políticas económicas de España, basadas en el objetivo de déficit cero como fin primordial y prioritario de la acción del Gobierno.

La victoria de Hollande ha sido interpretada desde la izquierda como 'la esperanza' para el inicio de una nueva política de crecimiento. Para un cambio de rumbo que sustituya la tijera neoconservadora por el revulsivo económico que vuelva a crear empleo y riqueza en Europa. Eso es lo que ha tratado de transmitir el candidato durante la campaña electoral.

Pero consultados sobre los efectos que tendrán los comicios del domingo en la política española, varios analistas coinciden en señalar a Público.es que el triunfo del candidato socialdemócrata francés no producirá efectos a corto plazo en la tendencia de ajustes que ha mantenido el Gobierno de Mariano Rajoy desde que llegó al poder. Lo único que permitirá, según ellos, es 'relajar' la exigencia del ajuste fiscal permanente que ha mantenido Bruselas, dado que Francia seguirá manteniendo su peso en la UE .

Joan Clavera, decano de la facultad de Economía y Empresa de la Universitat Autònoma de Barcelona, considera que la elección de Hollande sólo provocará 'consecuencias indirectas' en la situación política española, porque en lo único en que se va traducir es en que desde la UE 'se va ha hacer un mayor énfasis en las políticas de crecimiento'. En su opinión, la política que tiende hacia el ajuste como único objetivo está empezando a provocar un 'espiral implosivo', porque 'las empresas pagan menos impuestos, los desempleados que no tienen trabajo no pagan el IRPF y la gente compra menos por la subida del IVA'.

Hollande, añade Clavera, 'tiene claro' que se debe 'combinar la rigurosidad en el gasto público, con la permanencia del Estado del bienestar', eliminando 'superficialidades' de las partidas presupuestarias e 'incentivando la inversión pública'. Todo ello deberá hacerse, a su juicio, manteniendo el pacto fiscal 'para que el modelo europeo persevere'.

Para Manuel Villoria, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, la victoria de Hollande supondrá que el discurso de Mariano Rajoy a favor de los recortes y de los ajustes permanentes 'quede fuera de las tendencias europeas' que apuestan por combinar el equilibrio con las políticas de crecimiento. Introducirá, sin embargo, un elemento positivo para el futuro del Ejecutivo español, ya que 'podrá reducir la puesta en marcha de sus políticas más agresivas'.

Respecto las consecuencias que puede tener la elección de Hollande para el PSOE, el catedrático de la Rey Juan Carlos cree que supone la 'legitimación de algunas de las ideas que han defendido los socialistas', y de su alternativa para dar una salida a la crisis que combine el binomio ajustes y crecimiento. En todo caso, Villoria cree que los efectos del triunfo de la socialdemocracia francesa se verán 'en el largo plazo'.

El resultado de las elecciones en Francia puede permitir, en opinión del profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III, Javier Redondo, un 'pequeño alivio' para España en cuanto a los plazos de cumplimiento de los criterios fijados por la UE en materia fiscal. 'Pero no creo que tenga una influencia decisiva. Nuestro futuro va a depender mucho más de lo que hagamos de puertas para adentro y nuestro Gobierno parece decidido a cumplir el calendario' para conseguir un déficit cero, añade.

Redondo recuerda que Hollande 'es socialdemócrata pero no ortodoxo'. Y que, por ello, 'está dispuesto a cumplir con el principio de austeridad'. Lo único que le diferencia respecto a Sarkozy es que 'reclama un año más de margen y pretende incrementar los ingresos vía aumento de impuestos a las grandes fortunas'. En su opinión sí se plantea un 'nuevo escenario' en el que si bien las relaciones franco alemanas no cambiarán 'en lo esencial', sí permitirán a Rajoy 'manejar el resultado buscando un mayor protagonismo situándose en el centro' entre ambas visiones.

Francesc Pallarés, catedrático de Ciencia Política de Universidad Pompeu Fabra, incide en esta misma idea. Hollande, recuerda, 'no va a romper el pacto fiscal', aunque sí es partidario de 'rebajar la presión' sobre España. A su juicio, la victoria del dirigente socialista francés 'no deja de ser un golpe simbólico' en contra de las políticas que se han puesto en marcha hasta ahora para hacer frente a la crisis. Supondrá, añade, que Rajoy pueda trabajar desde el Gobierno por el equilibrio presupuestario manteniendo un 'margen de maniobra' para el crecimiento. 

El nuevo escenario europeo no supondrá, según él, un cambio sustancial para España. Porque 'el problema de fondo sigue sin resolverse', dado que sigue sin estar claro 'cúal será el sector de la economía que tire de la ocupación' y cree de forma inmediata nuevos puestos de trabajo.

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