Público
Público

La guerra mediática
de Obama y Netanyahu

El presidente Obama soporta críticas muy duras no solo en Israel sino también en los grandes medios americanos, que en los últimos días han servido de plataforma al primer ministro Netanyahu para condenar la política exterior de la Casa Blanca.

Benjamin Netanyahu junto a Barack Obama en una reciente comparecencia ante los medios.- REUTERS

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.- El acuerdo de parámetros que a principios de abril firmaron seis potencias mundiales con Irán no se cerrará a finales de junio como está previsto si Israel consigue evitarlo, y para ello el primer ministro Benjamín Netanyahu confía en los dos frentes que ha abierto decididamente, el primero en el Congreso de Estados Unidos y el segundo en los medios de comunicación.

La agria y voraz guerra mediática que ha estallado tanto en los medios americanos como en los israelíes cuestiona incluso la capacidad del presidente Barack Obama para dirigir la política mundial, como el jueves decía la página de información en internet Walla!, una de las más populares y leídas en Israel.

Netanyahu es quien ha iniciado la guerra concediendo una agresiva serie de entrevistas a los principales canales de televisión estadounidenses. Un profesor americano, Juan Cole, se ha preguntado por qué esos medios dedican tanto espacio a Netanyahu y no a Irán o a las otras cinco potencias que han firmado el acuerdo con Irán, cuyos representantes ni siquiera han aparecido mencionados en los medios americanos.

Después de varias semanas de vacilación, e incluso de atacar a Obama sin ningún remilgo, el New York Times ha publicado esta semana un editorial tomando partido por el presidente. “Netanyahu está actuando como si él solo pudiera dictar los términos de un acuerdo que ha necesitado 18 meses y que ha implicado no solo a Irán y a Estados Unidos, sino al Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China”, decía el editorial. “Netanyahu quiere parecer razonable pero no ofrece ninguna alternativa viable”.

Pero el mismo periódico ha sido muy belicoso con Obama hasta ahora y el editorial citado no garantiza que vaya a seguir por la misma línea. La víspera del acuerdo de Lausana, uno de sus principales columnistas, Thomas Friedman, pedía a Obama que se aliara nada menos que con el Estado Islámico en contra de Irán.

Pocos días después el presidente convocó a Friedman en la Casa Blanca para una entrevista pedagógica durante la que le expuso personalmente sus puntos de vista, pero es evidente que numerosos periodistas estadounidenses de medios tildados de “moderados” apoyan antes a Netanyahu que a Obama.

"Netanyahu sabe que a Obama apenas le quedan veinte meses en la Casa Blanca"

Netanyahu estaba encantado con la política de Washington de duras sanciones contra Irán, avalada por las grandes democracias europeas, que castigaba a toda la población iraní sin distinción, de la misma manera que Israel, con el apoyo de Estados Unidos y de las grandes democracias europeas, hace la vida imposible a los civiles palestinos de la Franja de Gaza sin distinción.

El acuerdo con Irán, si se corrobora a fines de junio, prevé un levantamiento de las sanciones, todavía no se sabe si inmediato o progresivo, y esta ha sido una de las cuestiones más criticadas por los dirigentes israelíes en los últimos días.

El currículo de Estados Unidos en Irán incluye un golpe de estado contra un gobierno democrático, el apoyo al Sha y el apoyo a Irak en la prolongada y criminal guerra contra Irán. Por su puesto, Israel ha estado del lado de Washington en todos los excesos contra Irán y basta recordar el terrible caso Irán-Contra para ver hasta donde ha llegado el estado judío en su guerra contra la república islámica.

Netanyahu sabe que a Obama apenas le quedan veinte meses en la Casa Blanca y todo indica que la guerra que le ha declarado va mantenerla puesto que le ofrece numerosas ventajas, como apartar la atención de la brutal ocupación militar de los palestinos (según la ONG israelí Paz Ahora, en 2014 Netanyahu incrementó en un 40 por ciento el número de viviendas construidas en los territorios ocupado con respecto a 2013).

"En Israel esperan que los aspirantes a suceder a Obama se pronuncien claramente contra su presidente"

Otras ventajas notables que obtiene Israel de su lucha contra Irán pasan por el apoyo más o menos tácito y más o menos explícito que recibe de Arabia Saudí y de otros países de la región. Esta semana, un analista del diario saudí Al Hayat se preguntaba quién es realmente enemigo de los árabes (sunníes), si Irán o Israel, y desde entonces se han escuchado opiniones para todos los gustos.

El ministro para los Servicios Secretos israelíes, Yuval Steinitz, mano derecha de Netanyahu, ha escogido las páginas del vacilante New York Times para exponer las condiciones de Israel para aceptar un acuerdo entre Irán y Occidente, dejando ver con claridad que la opción militar sigue encima de la mesa.

Fuentes oficiales americanas han señalado que esas demandas son intratables y que las ha puesto Israel para “sabotear” el acuerdo con Irán y hacerlo imposible. El director de la CIA, John Brennan, ha calificado a quienes se oponen al acuerdo, es decir a Netanyahu principalmente, de “disingenuous”, que el diccionario traduce como “falso” y “taimado”.

En Israel esperan que los aspirantes a suceder a Obama en la Casa Blanca se pronuncien claramente contra su presidente. Especialmente confían en la demócrata Hillary Clinton, que históricamente se ha mostrado proclive a cualquier argumento defendido desde Israel y que todavía no se ha pronunciado públicamente.

En cualquier caso, el acuerdo de parámetros con Teherán no está finalizado y aun en el caso de que Obama lo saque adelante, algo que todavía no está claro, no tiene garantías de aguantarse mucho tiempo más allá de la permanencia de Obama en Washington, tal como aseguran numerosos congresistas aliados de Israel.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional

lea también...