Casi tres días después del fatal naufragio en aguas del mar Jónico, las esperanzas de hallar a más supervivientes se han desvanecido por completo. Son 78 los cadáveres recuperados y 104 las personas que lograron salvar la vida de los 750 migrantes que se teme que iban a bordo.

Hay nueve supervivientes de nacionalidad egipcia detenidos como miembros de la red de contrabandistas que organizaban el viaje de este pesquero. Veintisiete de los rescatados siguen hospitalizados, mientras que ya se ha desmontado el almacén aduanero donde han pasado las últimas noches.

El resto ha sido trasladado a un centro para refugiados al norte de Atenas la mañana de este viernes, cuando numerosos familiares de los migrantes llegaban a la ciudad de Kalamata desde varios puntos de Europa con los dedos cruzados para encontrar entre los supervivientes a sus seres queridos.

Contradicciones de la Guardia Costera

Mientras las investigaciones judiciales sobre la tragedia avanzan en total secreto, el punto de mira sigue puesto en el papel que jugó la Guardia Costera griega, que desde el principio ha intentado esquivar cualquier responsabilidad, pero que este viernes ha reconocido que lanzó una cuerda al pesquero antes del naufragio, una información que había omitido hasta ahora.

Se acusa a este cuerpo de no haber actuado a tiempo para evitar el desastre, a pesar de que los migrantes habían pedido auxilio por varias vías y en numerosas ocasiones durante todo el martes. Hasta 15 horas estuvieron los guardacostas griegos monitorizando el pesquero en peligro.

Tanto Frontex, la agencia europea de control de fronteras, como los servicios de rescate de Italia, Malta y Grecia fueron alertados sobre las 14.00 horas del martes por Alam Phone de la situación de emergencia y con las coordenadas del pesquero.

Horas después, un helicóptero de la Guardia Costera griega tomó fotografías del barco siniestrado que ponían de manifiesto la sobrecarga y la situación de peligro inminente. Ya de madrugada, una embarcación de los mismos guardacostas fotografió poco antes del naufragio el pesquero iluminado por su foco.

Solo después de que volcara, pasadas las 3.00 hora peninsular española, lanzaron la operación de rescate. La pregunta que se hacen activistas, ONG y diferentes organismos internacionales es por qué no actuaron antes.

Hay pocas respuestas claras, pero la versión de los guardacostas va cambiando por momentos, a medida que aparecen más testimonios que les obligan a reconocer hechos que nunca habían figurado en sus comunicados.

Muertos antes del naufragio

En varios informes oficiales, los guardacostas han dibujado una reconstrucción parcial que contrasta con la información publicada por Alarm Phone. También difiere del testimonio de la activista italomarroquí Nawal Soufi, la primera persona a la que contactaron varios ocupantes del pesquero para pedir auxilio.

En su cuenta de Facebook, Soufi ha publicado grabaciones de sus llamadas con los migrantes en las que detalla que había seis muertos antes del naufragio. Personas que no soportaron los cuatro de días de travesía desde Tobruk, ciudad oriental de Libia, tras agotarse el agua y la comida.

Desde las nueve de la mañana, el pesquero estaba pidiendo ayuda, según ella. Ya sabían que no sobrevivirían a la noche. Mantuvieron contacto con ella hasta las 23.00 del martes, tres horas antes del naufragio. Según ella, tenían claro que querían ser rescatados toda vez que el capitán había desaparecido.

Acercamiento y nerviosismo a bordo

El último giro de guion por parte de la Guardia Costera helena ha llegado la mañana de este viernes, cuando ha emitido un nuevo comunicado en el que reconoce que intentó amarrar el barco, sobrecargado con hasta 750 personas, solo tres horas antes de que volcara.

"Aproximadamente tres horas antes del hundimiento, la patrullera de la Guardia Costera L.S.-EL.AKT. se acercó y lanzó un cabo para determinar el estado actual de la embarcación y de los ocupantes. Este proceso duró unos minutos y luego, después de una breve disputa entre los propios migrantes, la patrullera se alejó y observó de cerca". Así lo recoge la radio pública griega KRT.

Hasta el momento, los guardacostas solo habían informado de que se aproximaron a la embarcación para ofrecer asistencia, pero que los migrantes la habían rechazado para continuar su travesía hasta Italia.

También esclarecieron que enviaron a varios buques privados que navegaban cerca del pesquero para que les proporcionaran agua y comida. Tanto Alarm Phone como Soufi insisten en que los migrantes pedían auxilio.

Tras las revelaciones de los activistas, los guardacostas trataron de justificar su inacción en una mera cuestión de seguridad y de competencias. Según esta versión, el pesquero se encontraba en aguas internacionales, de responsabilidad griega en cuanto a tareas de auxilio.

Pero sin colaboración de los ocupantes, no tenían autoridad para intervenir. Tampoco sería aconsejable debido a la sobrecarga del barco. Cualquier movimiento brusco de los ocupantes provocaría lo que finalmente ocurrió: un desenlace mortal.

Tsipras visita a los supervivientes

El cambio de versión de este viernes ha llegado después de la visita a los 104 supervivientes, en el almacén de Kalamata, de Alexis Tsipras, líder de Syriza, la oposición al conservador Gobierno en funciones.

Según los testimonios que Tsipras pudo escuchar de los migrantes, la guardia costera había intentado remolcar el pesquero antes de que empezara a zozobrar. El candidato presidencial considera que los guardacostas deberían haber actuado antes.

Testimonios similares ya se habían escuchado el jueves. El exeurodiputado griego Kriton Arsenis también se desplazó hasta Kalamata y escuchó las mismas explicaciones de los migrantes.

Según dijo a la prensa, la Guardia Costera podría haber estado remolcando el pesquero abarrotado antes de que volcara. Sin embargo, no se había informado de una operación de rescate de este tipo.

El diario griego Kathimerini cita a un miembro de la Guardia Costera griega bajo condición de anonimato que explica la situación: "Los hombres de la Guardia Costera incluso utilizaron una cuerda para, según dicen, amarrar el pesquero y comprobar las condiciones. Sin embargo, algunos de los que iban a bordo, que aún rechazaban la posibilidad de ser trasladados a Grecia en lugar de a Italia, desataron la cuerda para continuar su ruta hacia el norte".

Eso ocurrió a las 11.00 horas de Grecia, tres horas antes de que el barco empezara a zozobrar.

"No hubo ningún intento de remolcar el barco", aseguró el portavoz de la Guardia Costera, Nikos Alexiou, a la emisora ​​estatal ERT.

Operaciones de rescate "coherentes"

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han pedido por enésima vez que se tomen medidas "urgentes" para evitar más tragedias de migrantes en el Mediterráneo.

"El deber de rescatar sin demora a las personas en peligro en el mar es una norma fundamental del derecho marítimo internacional", destacaron en un comunicado de prensa conjunto. Ambas organizaciones piden a los países que lleven a cabo operaciones "coherentes" de búsqueda y salvamento de las personas migrantes.