La muerte de Gadafi abre el futuro de una nueva Libia. Muamar Gadafi, el dictador que tantas veces prometió que lucharía hasta su último aliento, murió en las afueras de Sirte implorando a los milicianos que le habían capturado que no le dispararan. Su muerte rubrica el último capítulo de una dictadura de 42 años, la más longeva de toda África, que el jueves dio sus últimos estertores al tiempo que lo hacía su líder. (ASÍ TE LO HEMOS CONTADO EN DIRECTO)
Pocos esperaban que Gadafi estuviera en Sirte. El propio Consejo Nacional de Transición (CNT) lo situaba en el gran sur de Libia, cerca de la frontera con Níger, protegido por los tuaregs, a quienes tanta ayuda militar prestó en el pasado. Pero el dictador estaba en la ciudad que le vio nacer. Su determinación de no perder la única joya de su reino que le quedaba le ha costado la vida. La muerte del autócrata sigue teniendo muchas zonas de sombra. Lo que parece claro es que Gadafi, acorralado, trató de huir de la ciudad y de una muerte segura que al final terminó alcanzándole.
La toma de Sirte tras semanas de asedio fue lo que precipitó su final. Por la mañana, la dirección del CNT anunció que los gadafistas habían huido a las afueras y que sus combatientes les estaban persiguiendo. Entre los que intentaban ponerse a salvo escapando de la ciudad se encontraba su líder. Gadafi, escoltado por su guardia pretoriana, emprendió la huida a bordo de un convoy de varios vehículos militares, que los aviones de la OTAN localizaron a primera hora por la mañana.
Un vídeo muestra cómo el depuesto líder es capturado con vida y agredido
En las últimas tres semanas, la Alianza había redoblado sus ataques contra Sirte para doblegar la férrea resistencia de los nostálgicos del antiguo régimen. Roland Lavoie, portavoz de la OTAN, no se atrevía por la tarde a dar por seguro que Gadafi viajara en esa caravana ni que estuviera en uno de los dos vehículos que quedaron carbonizados tras el ataque de los aviones aliados. En efecto, el dictador sobrevivió al bombardeo y buscó un escondite en el barrio número dos de Sirte, el último foco de resistencia de sus hombres.
Empezó entonces una búsqueda casa por casa que duró entre tres y cuatro horas. Finalmente, en un colector de lluvia -un agujero que trae a la memoria el que sirvió como escondite a otro dictador, Sadam Husein- los rebeldes hallaron al otrora tirano. 'No me disparéis', imploró Gadafi, antes de que los milicianos lo hicieran prisionero.
En las imágenes de vídeo filmadas con un móvil se aprecia cómo Gadafi está herido en la cabeza, pero erguido, consciente y activo, cuando sus captores empiezan a golpearle y cae al suelo. Después, murió de una herida de bala en la cabeza, según el informe forense citado por el primer ministro interino libio, Mahmud Yibril, quien aseguró que ahora se abre una nueva página de la historia para su país: 'Es el momento de lanzar una nueva y unida Libia', dijo horas antes.
Aviones de la OTAN alcanzaron el convoy militar en el que trataba de escapar
La euforia popular se extendió por Bengasi y en la antigua Plaza Verde en Trípoli, rebautizada ahora Plaza de los Mártires. Miles de libios acudían sin cesar enarbolando banderas y coreando: 'Alá es el más grande'. La alegría llegó incluso al vecino Túnez, donde muchos niños agitaban banderas libias. 'Es un triste final', decía la joven tunecina Haagar, antes de apostillar: 'Pero era un criminal y se lo ha buscado'.
La televisión Al Yazira empezó a difundir los primeros vídeos hechos con móviles en los que aparece el cadáver del dictador depuesto. Según el ministro de Información del CNT, Mahmud Shamman, su cuerpo fue traslado a Misurata, donde reposa en una mezquita.
El coronel se ocultó durante horas en un colector de lluvia del barrio número 2
En un vídeo se aprecia cómo un grupo de milicianos mete en la parte de atrás de una pickup el cuerpo de un hombre en uniforme militar y con sangre en la cabeza. El rostro parece sin duda el de Gadafi por su característica perilla y cabello teñido de negro, para disimular sus 69 años. Mientras sus compañeros dan vítores, uno de los rebeldes, quizás más piadoso, trata de cubrir el rostro con un pañuelo.
En otra grabación, un grupo de hombres arrastra un cuerpo inerte y descamisado que parece el del coronel por las calles de Sirte. El cadáver tiene una herida de bala en la cabeza. Abdel Majid Mlegta, portavoz del CNT, explicó a Reuters que el dictador fue herido primero en las dos piernas y después recibió otro tiro, el de gracia, en la cabeza. 'Hubo muchos disparos contra el grupo que le protegía y luego él murió', resumió lacónico.
El CNT reconoce que pereció de un disparo en la cabeza, según el forense
Con la muerte de Gadafi se cierra una era en Libia. También empieza un periodo crucial para el CNT que, consumido el cheque en blanco que le daba el conflicto bélico, tendrá que definir su proyecto y cumplir su promesa de que formará por fin un nuevo Gobierno.
El hombre que murió en Sirte deja tras de si una familia diezmada y en el exilio y un pueblo que deberá restañar las heridas de más de 40 años de represión. Por ello, no pocos piensan que con su victoria el CNT sólo ha hecho la parte más fácil. Ahora le queda el largo camino de levantar Libia de sus ruinas y de buscar una difícil reconciliación nacional.
Los dos hijos de Gadafi cuyo paradero se desconocía estaban junto a su padre y trataron de huir con él durante la última batalla de la guerra civil libia. Mutasim, quinto hijo del dictador, jefe de la Seguridad Nacional y encargado de la defensa de Sirte, pereció en esos combates y su cadáver fue mostrado ayer noche por la televisión del nuevo régimen libio yaciendo en una camilla, al parecer en un hospital. Por su parte, Saif al Islam (el segundo hijo de Gadafi y su sucesor designado) fue rodeado por las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT) mientras trataba de escapar de la ciudad en un convoy militar. Fuentes del CNT afirmaron anoche que había sido capturado, herido en una pierna.
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>