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Los excombatientes de las Malvinas recuerdan a Carlos III que la ocupación británica amenaza la paz en Argentina

La muerte de Isabel II abre viejas heridas. En España, la tradicional reivindicación patriótica de la derecha con respecto a Gibraltar entra en colisión con su defensa a ultranza de la monarquía.

Un veterano de la guerra de las Malvinas argentinas muestra su brazo tatuado en el que se puede leer 'Prohibido olvidar', en Pilar, provincia de Buenos Aires, a 7 de marzo. 2022.
Un veterano de la guerra de las Malvinas argentinas muestra su brazo tatuado en el que se puede leer "Prohibido olvidar", en Pilar, provincia de Buenos Aires, a 7 de marzo. 2022. AFP

El deceso de Isabel II parece haber abierto viejas heridas geopolíticas. Su legado, revisitado tras su muerte no sin cierta complacencia por buena parte de la prensa, supone para muchos una afrenta difícil de olvidar. Es el caso de los excombatientes de las Malvinas, quienes a través de un comunicado del que se ha hecho eco el diario Página12 denuncian el "tratamiento edulcorado" que se está dando a una monarca que avaló una guerra y una "ocupación neocolonial militar".

"El tratamiento de la figura de la reina Isabel II de los sistemas dominantes de la cultura estratégica contrasta con los rostros de las madres de los soldados muertos bajo el fuego enemigo durante la Guerra de Malvinas en 1982", denuncia la misiva remitida por el Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (Cecim) de La Plata.

Tras el derroche mediático de mensajes halagadores sobre la figura de Isabel II por parte de diplomáticos y figuras políticas, los excombatientes han querido recordar que "el imperialismo británico con su monarquía continúa con la ocupación neocolonial militar en nuestras Islas Malvinas, Georgias, Sándwich del Sur y sus mares circundantes".

En España, la muerte de Isabel II también ha suscitado multitud de elogios hacia su trayectoria y algún que otro comentario discordante. Es el caso de Vox, que no ha dudado en reivindicar la españolidad de Gibraltar tras el fallecimiento de la monarca. Incluso uno de sus diputados en el Congreso, Agustín Rosety, ha tildado de "cateta" a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por decretar tres días de luto oficial en la región.

Se trata, a fin de cuentas, de un asunto que genera cierta controversia en la derecha española. Junto al habitual reclamo nacionalista consistente en reivindicar a Gibraltar como territorio español, se une también la defensa a ultranza de la monarquía. Dos señuelos que, en esta ocasión, han entrado en colisión. Mientras en Andalucía y Madrid el PP ha decretado luto oficial, en Vox ni siquiera su líder, Santiago Abascal, ha publicado un mensaje de pésame.

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