Este artículo se publicó hace 12 años.
Egipto culmina su primera jornada electoral sin incidentes
La votación para elegir presidente continúa el domingo. Los Hermanos Musulmanes piden un referéndum sobre la atribución de la Junta Militar del poder legislativo
Los egipcios elegin este fin de semana al primer presidente tras la era Mubarak, que cayó tras las revueltas populares, pero sin una Constitución redactada ni un Parlamento, cuyo poder legislativo está ahora en manos de la Junta Militar.
Los colegios electorales comenzaron a cerrar sus puertas a las 21.00 hora local (19.00 GMT) tras la primera jornada de la segunda vuelta de los comicios presidenciales que se disputan entre el islamista Mohamed Mursi y el militar retirado y ex primer ministro del dictador Ahmed Shafiq.
Según la Comisión Electoral, se cometieron algunas irregularidades en distintas provincias del país que, sin embargo, no afectaron al proceso electoral. El presidente de la Comisión, Faruq Sultan, explicó en rueda de prensa que los jueces supervisores descubrieron papeletas marcadas a favor de un candidato, cuyo nombre no quiso precisar, en siete provincias, la mayoría del delta del Nilo.
La Junta Militar anunció este sábado que el Parlamento quedó disuelto por completo el viernes
Sultan destacó que el número de estas papeletas no superó el millar y que los jueces las detectaron cuando abrieron los sobres sellados en los que se encontraban. Además, hubo 48 infracciones cometidas por seguidores de los dos candidatos en liza durante la jornada de reflexión, por lo que sus autores fueron denunciados ante la Fiscalía.
Respecto al reparto en las calles de bolígrafos con tinta invisible, que desaparece minutos después de haberse utilizado, el presidente de la Comisión señaló que pidieron al Ministerio egipcio del Interior que suministrase 50.000 bolígrafos en los centros para que solo se votara con ellos.
Sultan, que también ostenta la presidencia del Tribunal Constitucional, se refirió a la polémica disolución del Parlamento ordenada por esta corte hace dos días. Apuntó que el fallo es "obligatorio para todos los poderes del Estado", por lo que el Parlamento "no existe" desde que se emitió la resolución. No obstante, matizó que esta decisión no afecta al Senado, sino solamente a la Asamblea del Pueblo o cámara baja del Parlamento, ya que la forma como se eligió a un tercio de los diputados fue "inconstitucional".
Los Hermanos Musulmanes han alertado de un posible fraude
La Junta Militar anunció este sábado que el Parlamento quedó disuelto por completo el viernes, lo que fue rechazado por los Hermanos Musulmanes. En respuesta, la agrupación islamista pidió la celebración de un referéndum para que el pueblo se pronuncie sobre esta medida y consideró que la Junta Militar, que se ha atribuido la capacidad de legislar, no tiene el derecho de "arrebatar el poder legislativo" y calificó lo sucedido como "golpe a la democracia" en el país.
En un contexto de tensión, mañana, domingo, concluirá la votación para elegir al primer presidente tras la revolución de 2011. Según Efe, en la primera de las dos jornadas electorales la afluencia de electores fue relativamente menor que en la primera vuelta de hace tres semanas en distintos barrios de El Cairo, con escasas filas de personas esperando para depositar su papeleta y soportando las altas temperaturas diurnas.
Las fuerzas policiales y militares se encargaron de reforzar la seguridad en los colegios electorales, limpios en su mayoría de carteles propagandísticos, mientras que en el exterior algunas personas merodeaban y pedían el voto para uno de los candidatos.
Una tercera opción gana fuerza: la de la abstención o el voto nulo
En los últimos días, los Hermanos Musulmanes han alertado de un posible fraude, por lo que hoy desplegaron un gran número de delegados en los centros de votación. Mursi, su candidato, fue el más votado en la primera vuelta, celebrada los días 23 y 24 de mayo. El islamista cuenta con el crédito de su historial de lucha contra el régimen de Mubarak durante sus años como diputado y como activista.
Por otro lado, los defensores de Shafiq argumentan que supone la opción más progresista y laica y sostienen que traería de vuelta el crecimiento y la estabilidad de la época de Mubarak, mientras que los aspectos negativos quedarían relegados. Una tercera opción parece estar ganando peso en los últimos días: la de la abstención o el voto nulo.
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