Este artículo se publicó hace 11 años.
Egipto amenaza con decretar el estado de emergencia
El Consejo de Defensa Nacional del país asegura que tomará "todas las medidas necesarias" para responder a los últimos disturbios
El Consejo de Defensa Nacional egipcio, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad del país, ha asegurado que tomará "todas las medidas necesarias" para hacer frente a la ola de protestas desatadas coincidiendo con el segundo aniversario de la revolución que derrocó a Hosni Mubarak y a los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que han dejado unos 50 muertos en los últimos dos días.
El ministro egipcio de Información, Salah Abdel Maqsud, leyó un comunicado al término de la reunión del consejo -que engloba al presidente Mohamed Mursi, la cúpula militar y los principales ministros- en el que advirtió de que podría decretarse "el toque de queda o el estado de emergencia en los sitios que detecten disturbios". "Las Fuerzas Armadas son propiedad del pueblo egipcio y mantienen la equidistancia con todas las fuerzas políticas, pero son conscientes de su deber nacional y de los derechos de su pueblo a proteger sus instituciones", avisó.
Al mismo tiempo, en la reunión se decidió convocar un nuevo "diálogo nacional amplio" que estará dirigido por personalidades nacionales independientes, para debatir sobre los puntos de discordia política y alcanzar un consenso. Asimismo, ese diálogo nacional tendrá el objetivo de lograr un acuerdo sobre los mecanismos que garanticen que las próximas elecciones legislativas, previstas para primavera, se celebren "en un ambiente transparente, sin exclusión de ninguna corriente".
El Consejo de Defensa Nacional llama a un "diálogo nacional amplio"
El clima de tensión en el que vive el país caracterizado por las protestas contra los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenecía Mursi antes de jurar el cargo, y el propio presidente estalló ayer con disturbios en varias provincias tras las manifestaciones en conmemoración del segundo aniversario de la revolución.
Ayer murieron nueve personas en la ciudad de Suez y hoy los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han continuado en El Cairo, a lo que hay que sumar los producidos en Port Said, donde al menos 39 personas han muerto. Los choques en esta ciudad del noreste del país se desataron tras conocerse que un tribunal penal ha recomendado aplicar la pena de muerte a 21 acusados de participar en la masacre del estadio de la localidad del año pasado que acabó con 74 muertos.
En tanto, el Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición opositora de Egipto, ha amenazado con no participar en las próximas elecciones legislativas, previstas para primavera, si no se anula la actual Constitución y se forma un ejecutivo de unidad nacional. En un comunicado, el FSN reclamó la anulación de la actual "Constitución deformada" -que fue aprobada en referéndum el pasado diciembre- y pidió que se recupere la antigua carta magna de 1971, con las modificaciones necesarias.
La coalición reclama una "solución nacional global", que incluya la formación de una comisión jurídica neutral para remodelar inmediatamente la Carta Magna y llegar a un acuerdo sobre los artículos que considera que hay que cambiar. También insta a la creación de un gobierno de salvación nacional competente y con credibilidad para cumplir las demandas de la revolución, entre ellas, la de justicia social. De igual forma, exigió a los Hermanos Musulmanes que clarifiquen su situación legal, después de que, en su opinión, se hayan convertido en una parte auténtica de la administración de los asuntos del Estado sin apoyo de la ley, ni la legitimidad.
La principal coalición de la oposición amenaza con no participar en las legislativas
Si no se responde a esas reivindicaciones en los próximos días, el Frente convocará al pueblo egipcio para manifestarse el próximo viernes contra la Constitución "inválida" y trabajar provisionalmente con la Carta Magna de 1971, con modificaciones, además de pedir que comiencen de inmediato los preparativos para unos comicios presidenciales anticipados.
Asimismo, el FSN atribuyó a Mursi la responsabilidad de las muertes recientes y solicitó la creación de una comisión de investigación neutral sobre los sucesos de estos días. Ante esto, los Hermanos Musulmanes han respondido y han achacado a un plan premeditado, atizado por los medios de comunicación con el "apoyo implícito del silencio de la oposición", las últimas muertes.
La Hermandad aseguró en un comunicado que "la prensa desinformadora no solo cargó en la gente el odio contra el régimen y la instó a salirse de la legitimidad, sino que también difundió los planes del sabotaje antes de ponerlos en marcha". A su juicio, eso demuestra que "hay alguien que ha planificado, financiado y que repitió esos planes en varias provincias". El comunicado consideró que el silencio de los partidos políticos de la oposición a la hora de condenar los crímenes les proporciona "la cobertura política y el apoyo implícito". La nota agregó que mientras el pueblo egipcio se preparaba para recoger los frutos de su revolución de 2011, fue sorprendido por quienes "intentan convertir la esperanza en pesadilla y la alegría en duelo, y propagar el pánico y el terrorismo en varias regiones".
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