Trump usa una ley del siglo XVIII para deportar a decenas de migrantes pese al bloqueo de un juez
El magistrado, James Boasberg, había prohibido preventivamente su aplicación contra la deportación de cinco venezolanos.
A pesar de la prohibición, el secretario de Estado, Marco Rubio, ha anunciado la deportación de otras 250 personas que integraban la misma banda, Tren de Aragua.

Washington--Actualizado a
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció este domingo que bajo la Ley de Enemigos Extranjeros se ha enviado a cerca de 250 personas consideradas integrantes del Tren de Aragua a El Salvador, que el presidente de ese país, Nayib Bukele, se ha ofrecido a encarcelar.
El Gobierno estadounidense ha realizado las deportaciones a pesar de que el juez federal James Boasberg había prohibido preventivamente su aplicación contra la deportación de cinco venezolanos, y que después de la misma habías ampliado su veto para cubrir a todos los no ciudadanos bajo custodia de Estados Unidos que estarían sujetos a dicha normativa de 1798.
El líder salvadoreño había solicitado el envío de "dos peligrosos líderes" de la pandilla centroamericana Mara Salvatrucha (MS-13) "y 21 de sus más buscados para que comparezcan ante la justicia en su país", algo que el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que se ha cumplido.
Rubio detalló en X que Bukele había ofrecido mantener a los acusados de ser miembros del Tren de Aragua "en sus excelentes cárceles a un precio justo", lo que en su opinión "también ahorrará dinero" a los contribuyentes estadounidenses.
"Una vez más, el presidente Bukele ha demostrado que no solo es el líder de seguridad más fuerte de nuestra región, sino también un gran amigo de Estados Unidos", añadió en un comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense.
Rubio consideró que Donald Trump "está cumpliendo las promesas que le hizo al pueblo estadounidense" y que la expulsión de "cientos de criminales violentos" nunca se habría dado bajo ningún otro mandatario estadounidense.
La Ley de Enemigos Extranjeros: un abuso de poder
La Ley de Enemigos Extranjeros que Trump invocó este sábado constituye para algunas organizaciones humanitarias un abuso de poder.
Aunque la Ley de Enemigos Extranjeros fue promulgada para prevenir el espionaje y el sabotaje extranjero en tiempos de guerra, en este caso y para el que fue invocada podría utilizarse contra migrantes que no han cometido ningún delito, no han mostrado signos de deslealtad y se encuentran legalmente en Estados Unidos.
El centro de pensamiento Brennan estipula que es una autoridad que en tiempos de guerra permite al presidente detener o deportar a los nativos y ciudadanos de una nación enemiga sin audiencia previa y basándose únicamente en su país de nacimiento o ciudadanía.
Se trata de un recurso de autoridad demasiado amplio que puede violar derechos constitucionales en tiempos de guerra y de abuso en tiempos de paz.
Trump recurrió a ella este sábado al estimar en su orden ejecutiva que el Tren de Aragua, una banda criminal que nació en las cárceles de Venezuela, "está perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión depredadora contra el territorio".
Todos los venezolanos mayores de 14 años que se considere que pertenezcan a esa banda, se encuentren en Estados Unidos y no estén naturalizados o sean residentes permanentes legales están sujetos a ser detenidos, retenidos y expulsados en calidad de enemigos extranjeros.
Esa ley no había sido invocada desde la II Guerra Mundial (1939-1945) y en toda la historia del país solo se ha aplicado en tres ocasiones, todas ellas en tiempos bélicos: durante la guerra de 1812 y en las dos contiendas mundiales.
Durante la II Guerra Mundial en concreto, bajo el mandato de Franklin D. Roosevelt (1933-1945), el recurso legal jugó un papel esencial para el encarcelamiento masivo de estadounidenses de origen japonés.
Esa normativa está pensada en caso de que Estados Unidos esté en guerra con otro país o si una nación extranjera invade Estados Unidos o amenaza con hacerlo.
Aunque la Constitución otorga al Congreso, no al presidente, la facultad de declarar la guerra y este último debe esperar a una votación parlamentaria para invocar dicha ley con base en un conflicto bélico formalmente declarado, no necesita dicho trámite ante "una amenaza o una invasión en curso".
El instituto no partidista Center for American Progress (CAP) denunció este sábado que la invocación de este recurso constituye "un peligroso abuso de poder que busca privar a las personas de sus derechos legales".
"Todo estadounidense, independientemente de su ideología política, debería estar preocupado por el hecho de que el presidente esté recurriendo a poderes que se invocaron por última vez para detener a miles de estadounidenses de origen japonés en campos de reclusión, uno de los momentos más vergonzosos de la historia de Estados Unidos", afirmó el CAP en un comunicado.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, recordó en un comunicado que el Tren de Aragua había sido declarado por Estados Unidos como grupo terrorista extranjero en febrero.
"Es una de las bandas terroristas más violentas y despiadadas del planeta. Violan, mutilan y asesinan por deporte. Es responsable de algunos de los crímenes más atroces ocurridos en suelo estadounidense en los últimos años", dijo.
Leavitt destacó que constituye "una amenaza directa a la seguridad nacional" de Estados Unidos y consideró que el arresto y deportación de esos cerca de 250 integrantes, que ella elevó a casi 300, "ha salvado innumerables vidas estadounidenses"
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