EEUU sigue empeñado en vetar a Cuba en la Cumbre de las Américas, donde la isla no participa desde 1962. Las autoridades estadounidenses alegan que Cuba no es democrática y que se cierra a colaborar con la Organización de Estados Americanos que auspicia el foro.

'En la Cumbre de las Américas de Quebec en 2001, se decidió por consenso que sólo países democráticos pueden participar en el proceso. Cuba no es democrática y no ha tomado medidas para trabajar con la OEA', afirmó el secretario de Estado adjunto interino para Asuntos Públicos, Mike Hammer.

El Gobierno cubano ha confirmado su intención de asistir al próximo encuentro de la cumbre, el 14 y 15 de abril en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. Tiene el apoyo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), que ha pedido por iniciativa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, que Cuba sea invitada a la cumbre y está a la espera del resultado de las consultas que Colombia, el país anfitrión, ha iniciado al respecto.   

Cuba ha confirmado su intención de asistir a la próxima cumbre

Por otro lado, una manifestación llegará este sábado a la Puerta del Sol de Madrid tras salir de Atocha a las 19 horas en defensa de la Revolución Cubana. Los convocantes, bajo el lema '¡Cuba no está sola!', marcharán para clamar contra las, a su juicio, agresiones permanentes que sufre la isla 'por parte de las multinacionales de la información y por parte del ultraderechista Partido Popular'.  

Mientras, en la isla, Fidel Castro ha vuelto a aparecer en un acto público. Vestido con un quimono, el expresidente cubano se ha reunido con pacifistas japoneses del Crucero por la Paz, entre los que había una decena de supervivientes de los bombardeos atómicos de EEUU en 1945 contra Hiroshima y Nagasaki, así como un profesor universitario de Fukushima, la ciudad japonesa víctima del accidente de una planta nuclear causado por el terremoto y maremoto de marzo de 2011.

En la reunión se trató sobre los posibles peligros de la energía nuclear. Castro rememoró la crisis de los misiles durante la Guerra Fría cuando durante trece días el mundo vivió la gran tensión provocada por el grave incidente entre Washington y Moscú, que sólo concluyó cuando los entonces presidentes estadounidense, John Kennedy, y Nikita Kruschev (del Consejo de Ministros de la URSS), firmaron un acuerdo que determinó el desmantelamiento de los cohetes nucleares instalados en Cuba.

'Nos tocó vivir la de octubre de 1962, y sabemos lo cerca que estuvo el mundo de la catástrofe', declaró Castro al respecto.