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"La crisis no debe ser excusa para que los pobres sufran aún más"

Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades. Advierte a los estados de la UE que sería nefasto, en estos momentos de recesión, disminuir las ayudas sociales

SUSANA HIDALGO

Vladimir Spidla (Praga, 1951) tiene durante esta crisis la misión de que los 27 estados de la Unión Europea (UE) no distraigan sus intereses de la política social. Spidla es comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad y la semana pasada participó en Bruselas en el Encuentro Anual Europeo de Personas en Situación de Pobreza.

¿Cuáles es su plan para frenar el impacto de la crisis sobre los más desfavorecidos?

La solidaridad tiene que ser la base de la UE, tiene que primar el apoyo a los más vulnerables. No hay otra opción. Una crisis es tiempo para más solidaridad, no para menos. Hay que buscar un modelo que no deje nadie a la zaga y que implique a todos.

¿Cómo ve el futuro? ¿Es usted optimista?

Actualmente hay 79 millones de europeos en situación de pobreza. La actual crisis es muy grave y ofrece un panorama radicalmente distinto a crisis anteriores. La Comisión Europea estima que en dos años los estados deberán haber aumentado su gasto social en tres puntos por encima del Producto Interior Bruto (PIB) si no queremos que la situación empeore.

¿Qué grupos están siendo los más afectados por la crisis?

Principalmente, grupos que antes estaban protegidos por el sistema, como las clases medias. Son familias que ahora no pueden devolver los créditos porque alguno de sus miembros se ha quedado en paro. Es gente que empieza a tener problemas para pagar las facturas o que, simplemente, no puede comprarse una lavadora.

¿Qué propone para estos nuevos pobres?

Las crisis económicas anteriores han demostrado que a las personas que durante mucho tiempo han perdido el vínculo laboral luego les es muy difícil reengancharse. Por eso es importante que estas personas no pierdan el contacto con el mundo empresarial.

En tiempos de crisis, ¿alguna advertencia a los Estados miembros?

Sí. Es importante, incluso en tiempos de crisis, mantener las protecciones sociales y no recortarlas.

Pero la UE, como institución, también ha priorizado los intereses económicos a los sociales. El año pasado salió al rescate finanaciero, junto al Banco Mundial, de bancos del centro y el este de Europa.

La estabilidad de los bancos ha ayudado a mejorar la crisis mundial y siempre va a beneficiar a los intereses económicos de cada europeo. Por eso nos hemos involucrado.

¿De qué carecen, en general, las políticas sociales de los países de la UE?

En Europa, mucha gente sigue sin tener acceso a una sanidad pública de calidad y el acceso a la vivienda sigue siendo muy precario. Hay que hacer hincapié en tres pilares: el acceso a la vivienda, la inclusión financiera (que todo el mundo pueda tener una cuenta bancaria independientemente de su situación social) y los servicios básicos. Y sobre todo, hay que escuchar a los pobres, que tienen mucha necesidad de expresarse.

¿Cuáles son los países más afectados?

En Polonia y Lituania el 40% de los habitantes se encuentran en una situación económica difícil. Ese porcentaje, en todos los países de la UE, es de un 16%. Hay que frenar esos datos porque la crisis no puede ser una excusa para que las personas vulnerables sufran aún más.

En el año 2010 la UE va a celebrar el Año Europeo contra la Pobreza y la Exclusión Social. ¿Qué espera de esta cita?

La cuestión de la pobreza es muy importante para la UE, y por eso necesitamos hacer un gran esfuerzo de cara a esa cita Y hacer partícipes en ella a la gente que está en una situación económica difícil. Porque una cosa es hablar de la pobreza desde el conocimiento, como hacemos los técnicos, y otra bien distinta hablar desde la experiencia.

La Comisión Europea maneja cifras sobre economía y pobreza de 2007. ¿Cómo se puede luchar contra la actual situación con una estadística tan vieja?

La estadística está atrasada porque hay que buscar unos parámetros comunes a los datos de los 27 países. Estaría genial tener estadísticas a tiempo real, pero eso es imposible. Hay que elegir: o tenemos los datos rápidos o los tenemos precisos. De todos modos, en dos años la estadística no varia de manera sustancial.

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