Diferentes organizaciones palestinas han hecho un llamamiento para que trabajadores, estudiantes y empresas de todo el mundo se sumen a una huelga general este viernes 20 de octubre en solidaridad con Palestina.

Bajo el lema I stand with Palestine, las organizaciones reclaman apoyo para condenar el "genocidio en Gaza". La huelga es también una llamada a poner fin al "terror de Estado de muchos países de Occidente contra quienes actúan en solidaridad con Palestina". "El movimiento de solidaridad con Palestina está siendo continuamente perseguido y criminalizado", incide la convocatoria del paro en referencia a la prohibición de manifestaciones en países como Alemania o Francia.

"Llamamos a los gobiernos, políticos y partidos políticos, agencias estatales y policías del mundo entero a que paren inmediatamente la represión y a que defiendan los derechos de los palestinos en Palestina y en todo el mundo", insiste el comunicado. 

Una de las organizaciones que ya ha anunciado su adhesión a la huelga es la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones. Los miembros de esta red de derechos humanos, que ofrece apoyo a organizaciones y personas en el uso de las tecnologías de la información por la justicia social y la sostenibilidad ambiental, no trabajarán este viernes.

Desde la asociación destacan que la huelga es una llamada "al fin del genocidio constante y sistemático que sufren los palestinos desde hace 75 años". La organización recuerda la tragedia actual de la población de Gaza y hace hincapié en que "hay un escenario claramente desigual en este conflicto". Por ello, reclaman a Israel y "a sus gobiernos extranjeros aliados" que pongan fin "a la campaña genocida contra el pueblo palestino".

La convocatoria de este paro a nivel mundial llega después de que instituciones, comercios, escuelas y empresas de Cisjordania ocupada y Jerusalén Este cerraran este miércoles por una huelga general contra los bombardeos israelíes sobre Gaza. Se trató de una respuesta en la calle al "atroz ataque" contra un hospital de la Franja que se saldó con la muerte de alrededor de 500 personas, según Hamás. 

Los manifestantes tuvieron que hacer frente a las extremas medidas que de forma sistemática impone la Policía israelí. Hubo también enfrentamientos con las fuerzas de seguridad palestinas, mientras que en varias marchas se reclamó la dimisión del presidente Mahmud Abás.