Este artículo se publicó hace 17 años.
La campaña electoral en Corea del Sur ignora al vecino del norte
Los jóvenes surcoreanos están más preocupados por la economía del país que por la política exterior
Andrea Rodés
En la calle Itaweon de Seúl todo está pensado para que el soldado norteamericano se sienta como en casa: desde las cafeterías Starbucks y los Burger Kings, a las tiendas de ropa militar y los locales que venden música rap y gorras de béisbol.
En este barrio se encuentra el cuartel de Yongsan, la base militar más importante del Ejército estadounidense en Corea del Sur, donde 30.000 soldados velan por la seguridad del país ante la amenaza nuclear de Corea del Norte.
Pero los surcoreanos no parecen demasiado preocupados por un posible ataque nuclear ni por las relaciones de Seúl con Pyongyang. Así lo demuestran las campañas electorales de los candidatos en las elecciones presidenciales de mañana.La política exterior ha quedado relegada a un segundo plano.
"Lo que más preocupa a la gente es que el nuevo presidente tire adelante de la economía", dice Sim Jae-Duck, diputado por el Nuevo Partido Democrático Unido, (NPDU), la formación del actual presidente, Roh Moo-hyun.
Con una población de 48 millones y un crecimiento anual del 5%, Corea del Sur es la decimotercera potencia mundial. Pero la opinión general es que el país se ha estancado bajo los cinco años del mandato de Roh.
Las últimas encuestas dan la victoria a Lee Myung-bak, candidato del conservador Gran Partido Nacional, (GNP). Lee, que fue alcalde de Seúl y directivo de la empresa nacional Hyundai, ha prometido un crecimiento del 7% para los próximos años.
"Lee es más popular entre los jóvenes", dice Sim, a pesar del escándalo por malversación de fondos que ha salpicado al candidato.
Campaña económica
La educación, el empleo y la corrupción son las estrellas del programa electoral. "Por un país donde las familias sean felices", dice Chung Dong-young, candidato del partido gobernante, en un acto de campaña durante una fría tarde de noviembre. Los seguidores se abrigan con una bufanda naranja -el color del NDPU-, y llevan pegatinas con ositos de peluche dibujados.
Chung no menciona la política del "Sol brillante" -acercamiento pacífico a Corea del Norte- iniciada por el actual presidente y que el candidato liberal ha prometido continuar. Chung quiere primar la cooperación económica con Pyongyang por encima del enfrentamiento, una estrategia que debilita la alianza con EEUU, partidario de la línea dura.
El candidato conservador, Lee, ha dicho que sólo ofrecerá un plan de desarrollo a Corea del Norte cuando se haya completado su proceso de desnuclearización. Su objetivo es conseguir que Corea del Norte alcance en los próximos diez años un crecimiento del 15%-20% y unos ingresos anuales per capita de 24.500 dólares.
Las diferencias económicas son uno de los principales obstáculos para la reunificación entre las dos Coreas. "La mayoría de la población desea la reunificación", dice Shanna Yoon, una productora de televisión de 28 años. "Pero todavía es demasiado pronto", añade Yoon.
Esta surcoreana, que asegura no estar interesada en política, declara que votará a Lee sólo para que haya un cambio de partido en el Gobierno y así mejoren las expectativas económicas. Lee ha prometido alcanzar los 40.000 dólares de renta per capita anual.
El interés del votante por la política exterior se ha reducido por el efecto de los progresos en el proceso de desnuclearización de Corea del Norte, asegura el diario The Korea Times.
En las "negociaciones a seis bandas" del pasado febrero, Pyongyang se comprometió a cerrar el reactor nuclear de Yongbyon el 31 de diciembre a cambio de ayudas económicas y un reconocimiento político. El éxito de la cumbre intercoreana en octubre también ha ayudado a que la población "dé por hecho el progreso", asegura el diario.
Al ritmo de la música pop, el candidato del NPDU cierra el acto de campaña dando abrazos a la gente de la calle, prometiendo más empleo y políticas "más humanas".
Puntos vulnerables
"Esta campaña presidencial ha dejado de lado la política exterior y de seguridad" oberva Kim Choong-nam, analista del Centro East-West de Hawaii en el periódico The Korea Times.
Según Kim, el futuro económico de Corea del Sur sigue siendo muy vulnerable a una crisis con Pyongyang, al crecimiento de China y a la rivalidad militar entre ésta y Japón. La alianza con EEUU y la estabilidad de la política exterior son clave para asegurar el aprovisionamiento de recursos energéticos en Corea del Sur, cuarto país importador de petróleo.
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