El primer ministro británico, Boris Johnson, ha eliminado este lunes todas las restricciones que se encontraban en vigor para evitar el avance de la covid-19, incluidas las cuarentenas obligatorias de cinco días para las personas que dieran positivo.

Johnson se ha reunido en el Parlamento británico para aprobar su nuevo plan en el que levanta las restricciones más severas para dar paso a la responsabilidad individual y "aprender a vivir con el virus".

Los contagiados por la enfermedad no tendrán la obligación de aislarse en Inglaterra a partir del próximo jueves 24 de febrero. Motivo por el que también se detendrán los programas de apoyo y empleo.

Otra de las medidas más criticadas por oposición y la comunidad científica que el premier ha confirmado ante los diputados es el fin de la gratuidad de los test de antígenos a partir del martes 1 de abril, a excepción de los casos que presenten síntomas en las poblaciones más vulnerables y de mayor edad.

"Aprender a vivir con el virus"

Pese al levantamiento de las medidas más estrictas en Reino Unido, Johnson reconoció que los expertos prevén la aparición de nuevas variantes "peores que ómicron", por lo que recordó que su país cuenta con un "fuerte sistema de vigilancia" con la capacidad de volver rápido a los test masivos.

El primer ministro también ha justificado el levantamiento de las medidas gracias a las vacunas y al alto número de personas que han pasado la enfermedad. Por ello, alega que los niveles de inmunización en el país británico son altos, al contrario que los de mortalidad, que señalan una disminución tras la bajada de contagios.

El paquete de nuevas medidas de Johnson no ha sido bien recibido por parte de la oposición laborista, la cual ha calificado como "caos y confusión" al "aprender a vivir con el virus" de Johnson. El laborista, Keir Starmer, también criticó la supresión de los test gratuitos y los programas de mantenimiento de empleo, ya que a su juicio castigará a las personas con menos recursos en Reino Unido.