El balance de fallecidos por los incendios de Hawái roza el centenar

Los incendios del archipiélago estadounidense de Hawái se han convertido en el desastre natural más mortífero de la historia reciente del estado. Las autoridades esperan que el número de fallecidos, que ya alcanza las 96 víctimas, aumente a medida que avancen las labores de rescate.

El portavoz del Departamento de Defensa de Hawái, Jeff Hickman, ha informado este lunes de que solo se ha completado un 3% de la labor de búsqueda. Los rescatistas están ahora yendo "calle por calle". El proceso de búsqueda, recuperación e identificación aún se encuentra en su etapa inicial, por lo que el número de fallecidos aumentará.

Según las cifras publicadas este lunes por las autoridades locales, en las últimas horas han sido encontrados tres cuerpos más, lo que eleva el número de fallecidos a 96. Sin embargo, se espera que la cifra vaya en aumento sobre todo con la llegada de equipos de rescate y especialistas a la ciudad de Lahaina –que ha sido destruida casi en su totalidad– donde se espera que haya múltiples víctimas entre las ruinas carbonizadas.

La prioridad se centra en seguir buscando a los cientos de desaparecidos. En muchas zonas no hay electricidad ni cobertura para contactar con ellos, y sus familiares y amigos se han movilizado en las redes sociales pidiendo ayuda para encontrarlos.

Aunque las autoridades están siendo precavidas a la hora de dar una cifra, John Pelletier, el jefe del Departamento de Policía de Maui, estimó el pasado jueves en unas 1.000 personas el número de desaparecidos, personas que hasta el momento no habían sido localizadas por sus familiares, una cifra que no ha vuelto a actualizar.

De los tres principales fuegos registrados en Maui, uno lleva ya días contenido al 100%, mientras que los otros dos lo están en un 60% y un 80%, según ha comunicado el condado. 

De forma paralela a los trabajos de extinción y rastreo, avanzan también las peticiones de rendición de cuentas, con algunas voces que llaman a esclarecer por qué no funcionó a tiempo el sistema de alerta o si el cableado eléctrico tuvo algo que ver en el inicio de los incendios, avivados por los vientos huracanados.