El número de víctimas del derrumbe de un viaducto en la ciudad italiana de Génova ascendió a 43, después de que los equipos de bomberos encontraran entre los bloques de cemento al que se cree es el último desaparecido y que se constatase que uno de los heridos en estado grave, Marian Rosca — un conductor rumano de 36 años y que era uno de los nueve heridos— falleciese.

Aunque aún no existe la confirmación oficial por parte de la Delegación de Gobierno de Génova, los datos de Protección Civil indican que no habría más personas entre los escombros: un alemán que había sido dado como desaparecido se puso en contacto con las autoridades italianas.

Durante la noche, se encontró un vehículo con otras tres personas, una pareja y su hija de 9 años. 

Los medios de comunicación explican que los cuerpos tienen que ser aún identificados pero que se cree que pueden ser los de la familia Cecala de la que no se tenían noticias desde el pasado martes cuando se derrumbó el puente Morandi.

El coche fue localizado completamente aplastado por un enorme bloque de cemento que formaba parte del pilón que se derrumbó a la orilla izquierda del río Polcevera.

Los equipos de rescate llevan desde el martes trabajando para buscar supervivientes después de que un tramo de 200 metros del puente Morandi se hundiera y provocara la caída en picado de decenas de vehículos a una altura de 50 metros.

Hoy se ha celebrado el funeral de Estado por todas las víctimas, oficiado por el cardenal y arzobispo de Génova, Ángelo Bagasco, y con la presencia del presidente de la República, Sergio Mattarella, y del primer ministro, Giuseppe Conte.

Un funeral que ha estado envuelto en la polémica ya que 20 de las familias de las víctimas han decidido no participar en las exequias públicas y han preferido una ceremonia privada. 

Mientras, el Gobierno ha anunciado de una investigación administrativa para determinar las causas del colapso del puente Morandi y ha iniciado el proceso para revocar la licencia de explotación concedida a Autostrade per l'Italia (del grupo Atlantia, controlado por la familia Benetton), que gestiona el 80% de la red de autopistas de Italia.

Autostrade ha anunciado una de prensa para presentar una serie de iniciativas tras el hundimiento de un puente de una autopista operada por la compañía italiana. El grupo ha adelantado que su presidente y consejero delegado presentarían iniciativas para apoyar a las familias de las víctimas, desaparecidos y evacuados de sus viviendas, así como otras destinadas a ayudar al tráfico en la ciudad. Será la primera comparecencia pública de la compañía desde el desastre.