Este artículo se publicó hace 3 años.
Violencia sexualAndrés Roemer, el presunto Harvey Weinstein mexicano, en el punto de mira: "Tendrás que pedirnos disculpas a todas"
La denuncia de Itzel Schnaas, actriz y bailarina mexicana, abre la caja de pandora de un nuevo caso de abusos y violaciones en México, detrás del que presuntamente está el diplomático, catedrático y divulgador Andrés Roemer.
Sara Barroso Matrán
Madrid-Actualizado a
Andrés Roemer es un hombre con mucho poder en México; embajador de buena voluntad por la UNESCO, profesor en Columbia, diplomático y divulgador. Está en el punto de mira de todos los medios nacionales por delitos de abuso de poder y violación que se remontan a principios de los años 90 y se prologan hasta hoy. El modus operandi del presunto abusador era el mismo que el del magnate Harvey Weinstein, por cuyos delitos se generó el movimiento #MeToo: chantajear a mujeres con oportunidades laborales a cambio de encuentros sexuales.
El caso ha saltado por los aires a raíz de la decidida denuncia pública que ha hecho la bailarina Itzel Schnaas, quien ha colgado un vídeo en Youtube revelando unos hechos que vivió en noviembre de 2019. Además, el pasado viernes, Itzel apareció en el canal Aristegui Noticias para relatar lo ocurrido: "No pretendo estigmatizar a nadie, pretendo justicia. Nunca más, no lo voy a tolerar "Doctor", y como te dije: 'tendrás que pedirnos disculpas a todas'"
Itzel reconoce la posición de privilegio desde la que entró en contacto con Andres Roemer (ella procede de una familia con contactos en las altas esferas de México), lo que evitó que los abusos sexuales que sufrió llegaran a más. "Yo entro a la casa del Doctor Andrés Roemer con una llamada de altos funcionarios para decir 'ten cuidado con Itzel' y aun así el señor no fue capaz de ponerse dos hielos en los huevos", denuncia Schnaas, quien asegura que el encuentro finalizó con el intento por parte de Roemer de chantajearla con dinero.
Itzel Schnaas o la gota que colmó el vaso
La denuncia que ha hecho la bailarina en un vídeo que se ha hecho viral ha abierto el camino para que una decena de mujeres que sufrieron las conductas delictivas del presunto violador mexicano, denuncien: "Desde que salí de la casa, supe que de este tipo yo sufrí la menor de las violencias. Y me di cuenta de que había un montón de denuncias acalladas".
"Desde que salí de la casa supe que yo sufrí la menor de las violencias. Y que había un montón de denuncias acalladas", cuenta Itzel Schnaas
El País se ha puesto en contacto con algunas de las mujeres que están denunciando a Roemer. Una de ellas es la periodista Monserrat Ortiz. Según cuenta al medio español, ella tenía 22 años cuando el chófer de Roemer la introdujo a la casa por el garaje hasta la sala donde celebraba las "reuniones importantes": "El respetable, el filántropo, el intelectual, te engaña. Mucha gente lo admira, no puedes creer que vaya a actuar así", cuenta la periodista, quien afirma no haber contado nada antes por haberse visto "paralizada" ante la violación "cuando todo acabó, él se subió el pantalón y le ofreció unos 7.000 pesos, que la muchacha dejo allí; la próxima cómprate un vestido caro para mí", recoge El País.
La organización que está recogiendo las acusaciones públicas de estas mujeres es Periodistas Unidas de México (PUM), que está trabajando en articular una red de víctimas con las suficientes pruebas como para llevar el caso a los tribunales. Otra de las víctimas cuyo testimonio ha salido a la luz a raíz del vídeo de Itzel es Talia Margolis. Contactada por dicho medio, cuenta cómo fue su primer encuentro con Roemer, de idénticas características al relatado por las otras dos mujeres: "Se sentó frente a mí, tan pegado que sus rodillas rodeaban las mías. Alabó mi talento y luego me dijo: qué ricas chichis [tetas] tienes. Me paré. Yo aquí he venido a hablar de trabajo, le dije. Me acuerdo de aquella sonrisa. Está bien, me dijo, perdón. Pero al momento volvió a las andadas: ¿estás depilada?, me preguntó".
La actriz Martha Cristiana también se ha sumado a la denuncia pública, aunque ella reconoce que pudo parar a tiempo al presunto depredador. En un hilo de Twitter anima a más mujeres a que denuncien. "Las historias que veo y leo coinciden con la dinámica que yo también viví, con la [bendita] diferencia de que no me tocó. Lo importante es que tengamos herramientas y certeza legal ante este tipo", afirma.
El vídeo colgado en redes por Itzel, una verdadera revolución
"Le leí el texto de mi video. Lloró, tembló y me pidió que no lo hiciera", aseguraba Schnaas
Itzel colgaba un vídeo el pasado 16 de febrero que abría la caja de pandora de este escándalo, cuyas consecuencias podrían igualarse a las del ocurrido en octubre de 2017 en EEUU, que impulsó el movimiento feminista internacional del #MeToo. Además de publicar el vídeo, Itzel denunció a Roemer a la Unidad de Género del Grupo Salinas Pliego (Organización institucional a la que ambos pertenecen). Roemer niega que este proceso existiera.
"Le vi un día antes de publicar el vídeo, por mediación de una conocida común. Me dijo que no esperaba eso de mí, que a mí no me había violentado. Le leí el texto de mi video. Lloró, tembló y me pidió que no lo hiciera", aseguraba Schnaas.
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