El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, viajará a Argelia el próximo lunes debido a una invitación de su homólogo argelino, Ahmed Attaf. Durante su visita intentará acabar con la crisis diplomática surgida tras el apoyo del Gobierno al plan de autonomía marroquí para el Sáhara.

En marzo de 2022 Marruecos dio a conocer la carta que envió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI en la que este sostenía que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara es "la base más seria, creíble y realista" para una solución al conflicto.

Dos meses después de esto, al contrastar que el Gobierno español no daba marcha atrás pese a la presión tanto de sus socios de coalición como de la oposición, el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, ordenó suspender el Tratado de Amistad, que aún no se ha restablecido.

En los dos años transcurridos, aunque ha habido un claro distanciamiento político, Argelia ha continuado aportando suministro de gas a España.

El ministro ha insistido en que el Gobierno desea tener las mismas buenas relaciones que hay actualmente con Marruecos con el resto de países vecinos del Magreb. Por su parte, el Gobierno argelino se había mostrado reticente a retomar la relación, hasta que a mediados de noviembre decidió solicitar el plácet para su nuevo embajador en Madrid, pudiendo interpretarse como una clara señal de su voluntad de empezar a pasar página.

El cambio de postura habría venido motivado, entre otras cuestiones, por la continuidad de Pedro Sánchez en el Gobierno pero también por la postura mantenida respecto al conflicto entre Israel y Hamás. Argelia es un firme defensor de la causa palestina, por lo que la defensa por parte de España del Estado palestino habría podido ser una buena señal. 

Regreso del embajador y reanudación del comercio

El nuevo embajador argelino, Abdelfetá Daghmun, llegó a la capital el 14 de diciembre, el mismo día que Albares estaba reunido en Rabat con su homólogo marroquí, Naser Burita. 

En cuanto al comercio, tras la suspensión del Tratado de Amistad, los intercambios quedaron reducidos a mínimos, lo que produjo un gran impacto para las empresas españolas con intereses en el país magrebí. No obstante, en las últimas semanas se han producido acercamientos que apuntan a una mejora de las relaciones comerciales. 

El pasado 14 de enero, la Asociación Argelina de Bancos y Entidades Financieras (ABEF), la misma que ordenó en su momento bloquear las operaciones bancarias vinculadas a importaciones y exportaciones, autorizó la entrada desde España de una serie de productos avícolas. El 5 de febrero llevó a cabo una autorización similar relativa a carnes rojas.

En los últimos meses también han comenzado a normalizarse las conexiones aéreas entre los dos países. Actualmente hay 25 trayectos semanales que unen Madrid, Barcelona, Alacant y Palma con ciudades argelinas y en los próximos días está previsto que se sumen otras tres más.