RSF condena la expulsión de dos periodistas españoles del Sáhara Occidental por parte de Marruecos
Las deportaciones y restricciones de acceso a periodistas internacionales que visitan el Sáhara Occidental en Marruecos son frecuentes y han ido en aumento desde 2015, señala la organización.

Madrid--Actualizado a
La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) ha rechazado en un comunicado la reciente expulsión de dos periodistas españoles, José Carmona, redactor de Público, y Francisco Carrión de El Independiente, de la ciudad de Dajla, en territorio del Sáhara Occidental, hace unos días por parte del Gobierno de Marruecos.
Desde el 8 de enero, la apertura de una nueva ruta aérea de Ryanair conecta en tres horas Madrid con Dajla, situada en el Sáhara Occidental. Fue esta posibilidad la que motivó a Carrión y Carmona a viajar para conocer la situación de la costa saharaui, ahora destinada al turismo.
El primer intento fue el de José Carmona, quien logró acceder al territorio el sábado 18 de enero, junto a dos miembros de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara).
"Nada más llegar nos dimos cuenta de que estábamos totalmente vigilados por la Policía de Marruecos. Ha sido bastante incómodo, había una furgoneta persiguiéndonos a cada paso que dábamos", explicó Carmona en Público.
El sábado mantuvieron sus primeras conversaciones al aire libre, y tras ser invitados a tomar el té en el interior de una casa, a la hora y media de entrevista, la Policía irrumpió en la vivienda. Posteriormente, les forzaron a subir en un taxi, les llevaron al hotel y les dijeron que estaban "oficialmente expulsados de la ciudad por orden del Gobierno de Marruecos".
Salieron de Dajla, pero permanecieron en la ciudad marroquí de Agadir hasta el lunes, cuando pudieron coger un vuelo de regreso a Madrid. Carmona ha explicado a RSF que las autoridades policiales en ningún momento se identificaron o le hicieron firmar algún documento.
Segundo intento
A pesar de la expulsión de Carmona, Carrión tomó el mismo avión con destino a Dajla este miércoles 5 de febrero, sin embargo no logró ni salir del aeropuerto. Las autoridades le preguntaron por su profesión, le interrogaron, le quitaron el pasaporte -que no le fue devuelto hasta su llegada a Madrid- y le obligaron a firmar el documento de expulsión.
Los funcionarios marroquíes justificaron la decisión de no admisión por razones de seguridad, a las que luego añadieron sus publicaciones críticas con el rey Mohamed VI como otro motivo.
"Durante el interrogatorio en el aeropuerto, les confirmé que había visitado Argelia y les expliqué los motivos de mis coberturas allí, fácilmente verificables por mis artículos publicados. No tengo nada que ocultar por muchas campañas de difamación que intenten lanzar algunos desde Marruecos en forma de amenazas y bulos. El periodismo no es un crimen y lo ejerzo con honestidad y con compromiso", manifestó el periodista de El Independiente a RSF España.
Las deportaciones y restricciones de acceso a periodistas internacionales en Marruecos son frecuentes y han ido en aumento desde 2015, denuncia RSF. Las expulsiones afectan especialmente a aquellos profesionales que se encuentran en el país para investigar temas considerados "sensibles" por las autoridades. A estas deportaciones de reporteros internacionales se suman las duras condiciones en las que los periodistas marroquíes ejercen su labor, viéndose expuestos a detenciones arbitrarias, sin orden judicial, y en muchos casos, a períodos de detención prolongados.
De hecho, RSF recuerda que Marruecos ocupa el puesto 129 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF en 2024.
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