La oleada de feminicidios en Kenia empuja a las mujeres a defenderse
Un grupo de mujeres de edad avanzada, que se autodenominan 'Cucu Jikinge' ("Abuela, protégete"), aprenden defensa personal para protegerse ante posibles ataques.
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Sonia Rao (Reuters)
Nairobi--Actualizado a
Desde la joven brutalmente asesinada y descuartizada en un apartamento hasta la corredora olímpica a la que su novio prendió fuego, el aumento de la violencia contra las mujeres en Kenia ha provocado que muchas se preparen para defenderse.
Al menos 97 mujeres fueron asesinadas en Kenia entre agosto y octubre del año pasado, según datos policiales. Según las cifras recopiladas por el colectivo Africa Data Hub a partir de informaciones de los medios de comunicación, hubo al menos 46 feminicidios en 2022, 75 en 2023 y 138 el año pasado.
Los activistas afirman que la reciente tendencia al alza se percibe en los empobrecidos asentamientos de Kenia, donde los esfuerzos de las mujeres por protegerse se han convertido en urgentes.
En el interior de una iglesia de la zona de Korogocho, en la capital (Nairobi), Mary Wainaina, de 93 años, entrena golpeando un saco de boxeo. Para la decena de participantes en la clase, que se autodenominan Cucu Jukinge ("Abuela, protégete" en suajili), las clases nunca han sido puramente teóricas.
Hace unos años, Wainaina explicó que utilizó sus habilidades de defensa personal para espantar a un hombre que intentaba violarla.
Este curso lo inició hace casi 25 años una pareja estadounidense que trabajaba con los residentes locales después de que varias mujeres fueran violadas y asesinadas en Korogocho, un barrio de chabolas de hierro empobrecido y plagado de delincuencia junto al río Nairobi.
Esther Njeri Muiruri, de 82 años, explica que el actual aumento de la violencia contra las mujeres le preocupa tanto como la oleada de agresiones que motivó la creación de dicha clase.
"Es algo que nos asusta, ver cómo matan a madres jóvenes y a mujeres jóvenes", lamenta mientras una compañera de clase practica cómo golpear con un bastón a un posible agresor.
Shining Hope for Communities, una organización sin ánimo de lucro, afirma que solo entre octubre y diciembre ayudó a 307 supervivientes de violencia de género en Korogocho.
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