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Polonia condena a una activista por ayudar a una mujer a adquirir píldoras abortivas

Justyna Wydrzynska se enfrenta a nueve meses de restricción de su libertad mediante la prestación de 30 horas mensuales de trabajo comunitario por haber suministrado hace tres años sus pastillas para abortar a una persona que las necesitaba.

La activista polaca Justyna Wydrzynska (centro) comparece ante los periodistas en el tribunal de Varsovia cuando acudió a la próxima audiencia de su caso, a 14 de marzo de 2023.
La activista polaca Justyna Wydrzyńska (centro) comparece ante los periodistas en el tribunal de Varsovia cuando acudió a la próxima audiencia de su caso, a 14 de marzo de 2023. Wojtek Radwanski / AFP

Justyna Wydrzyńska, una activista polaca perteneciente al movimiento proabortista, fue condenada este martes por un tribunal polaco a nueve meses de restricción de su libertad mediante la prestación de 30 horas mensuales de trabajo comunitario por haber suministrado hace tres años sus pastillas para abortar a una persona que las necesitaba.

Wydrzyńska se declaró inocente ante los medios y añadió que tiene pensado apelar el fallo del tribunal. "Seguiré haciendo mi trabajo, ayudamos a cualquiera que nos lo pide. Espero que ahora podamos seguir adelante en vez de dar entrevistas y acudir a tribunales porque no es lo que habíamos planeado al principio. No hacemos política, ayudamos a la gente a abortar", aseveró la activista ante los periodistas.

El fiscal solicitó una pena de diez meses de restricción de libertad con trabajo comunitario y 10.000 zloty –unos 2.130 euros– de multa con destino a fondos penitenciarios y para pagar costas. Ayudar a abortar en Polonia está penado hasta con tres años de cárcel.

Según la ONG Abortion Dream Team, a la que pertenece la activista, este caso constituye el primer precedente en Europa en el que una persona del movimiento proabortista va a juicio por compartir sus propias pastillas para provocar la interrupción del embarazo.

La ONG imparte formación sobre el aborto y ayuda a residentes en Polonia a acceder a la intervención segura en el extranjero. Según la explicación aportada por Wydrzyńska en febrero de 2020, al comienzo de la pandemia de coronavirus la ONG recibió una petición de una mujer que vivía con una pareja violenta y que necesitaba abortar.

Aunque la organización a la que pertenece Wydrzyńska no proporciona directamente píldoras abortivas a quienes las necesita, la activista apreció que la mujer estaba realmente decidida a abortar. Por lo tanto, optó por enviarle las suyas propias porque temía que de lo contrario la mujer se hiriese. Sin embargo las pastillas llegaron a manos de la pareja de la mujer y él lo notificó a la Policía.

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