Este artículo se publicó hace 11 años.
Abás denuncia la violación sistemática de los acuerdos con Israel
Un documento que los palestinos han entregado a los israelíes y al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, destaca que los repliegues del Ejército no se han cumplido y tampoco la congelación de asentamientos.
El inminente viaje del presidente Barack Obama a Oriente Próximo a partir del 20 de marzo apenas ha despertado un interés convencional en la región, donde no se espera que el inquilino de la Casa Blanca propicie el final de la construcción israelí en los territorios ocupados, una condición que los palestinos consideran imprescindible para sentarse en la mesa con el primer ministro Binyamin Netanyahu.
Público ha tenido acceso a un documento que los palestinos han presentado en los dos encuentros más recientes que han mantenido con la administración de Estados Unidos, incluido el que hace solo unos días celebraron en Arabia Saudí el presidente Mahmud Abás y el flamante secretario de Estado John Kerry.
El documento consta de nueve apartados bajo el epígrafe "Incumplimientos de Israel de los acuerdos anteriores", y señala las principales violaciones que ha cometido el Estado judío con respecto al contenido de los acuerdos que las dos partes han firmado desde la cita de Oslo de hace veinte años.
"Para nosotros es importante que Washington tenga constancia de esas violaciones, especialmente desde el momento en que los americanos vienen a nosotros pidiéndonos ‘gestos de buena voluntad'. Los palestinos hemos hecho muchos gestos en ese sentido durante las dos décadas pasadas que no se han traducido en una mejoría de la situación", comenta un funcionario de la ANP en Ramala.
En todos los contactos que los palestinos han mantenido en los últimos tiempos con Israel, los hombres de Netanyahu han insistido en que antes de hablar de cualquier otra cosa, es necesario que los palestinos reconozcan a Israel explícitamente como Estado judío. Esta es la última demanda de Netanyahu, una demanda que los palestinos se han negado a aceptar hasta ahora.
"Netanyahu nos está pidiendo algo que es ilegal porque viola la pluralidad de Israel, donde vive un 20 por ciento de población que no es judía. Los israelíes pueden hacer con su Estado lo que les dé la gana pero no pueden obligarnos a que sancionemos algo que seguramente contradice los derechos elementales de una parte de la población", comenta el funcionario de la ANP.
El primero de los nueve puntos de que consta el documento tiene que ver con los prisioneros palestinos de larga duración, puesto que Israel se ha negado a liberar a 135 prisioneros que están en sus cárceles desde antes de los acuerdos de Oslo de 1993, como se comprometió a hacer en el Acuerdo Interino de 1995 y en el posterior Memorándum de Sharm al Sheij.
Esta es una cuestión crucial para Abás, puesto que mejoraría su imagen sensiblemente ante la opinión pública de los territorios ocupados. En la Muqata consideran inadmisible que todos los primeros ministros israelíes de las últimas dos décadas no hayan resuelto esta cuestión conforme a los acuerdos firmados.
Congelación de asentamientosEl segundo punto demanda la congelación de los asentamientos. Los acuerdos de Oslo, en su artículo 31, señalan que "ninguna parte iniciará o dará ningún paso que cambie el estatus de Cisjordania y de la Franja de Gaza a la espera de los resultados de las negociaciones para un estatuto permanente". Además, la Hoja de Ruta estipula que Israel debe suspender la construcción en los asentamientos, incluido el llamado "crecimiento natural", así como desmantelar inmediatamente todos los enclaves salvajes que los colonos han levantado en Cisjordania.
"Para nosotros es vital que Israel congele completamente la construcción en los asentamientos y puedo garantizar que Abás no autorizará una vuelta a la negociación hasta que esto ocurra. Tampoco es admisible que Israel detenga solo parcialmente la construcción en algunas zonas y en otras no, eso no lo vamos a aceptar", insiste el funcionario de la ANP.
Despliegues del Ejército incumplidosEl documento que los palestinos han entregado a John Kerry –y también a los israelíes, aunque sin ningún resultado–, destaca en su tercer apartado los redespliegues del Ejército que no se han cumplido, y específicamente en las zonas del área C, en cuyo 62 por ciento del territorio sigue el Ejército israelí a pesar de los acuerdos entre las dos partes.
La cuestión de Jerusalén oriental viene a continuación. Israel no solo no ha reabierto la Orient House, la Cámara de Comercio Palestina y otras ocho instituciones que fueron sede de la ANP en Jerusalén hasta su cierre en 2001, sino que ha seguido obstaculizando cualquier actividad palestina en la ciudad santa. Hace solo un año y medio, en noviembre de 2011, Netanyahu clausuró otras tres instituciones palestinas violando de nuevo la Hoja de Ruta.
En Ramala consideran que "el tiempo de negociar ha expirado y ha llegado el momento de la toma de decisiones". Sin embargo, los palestinos temen que Obama obre pasivamente, de la misma manera que hizo durante su primer mandato, cuando optó por no chocar frontalmente con Netanyahu y acabó desentendiéndose del conflicto.
El documento que los palestinos han presentado a los americanos incluye otros incumplimientos por parte de Israel, algunos de tipo económico, como la negativa a abrir un paso comercial entre Cisjordania y Jordania, o denuncia la fuerte limitación de movimiento y acceso, es decir la obstrucción de circulación de personas, especialmente entre Cisjordania y Gaza, que prácticamente es completa.
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