Visiblemente fatigado, afectado por lo que esperaba iba a ser su consagración, Pierluigi Bersani, el secretario general del Partido Democrático (PD) y líder de la coalición del centroizquierda italiano, ha reconocido este martes, en su primera aparición pública desde que se cerrarán ayer las urnas, que 'quien no puede garantizar la gobernabilidad del país no puede ganar unas elecciones. Nosotros no hemos ganado aunque hayamos llegado primeros. Estas cosas no pasarían en otros países donde unas eleciones así habrían garantizado la gobernabilidad y creo que esto lo entenderá quien ha querido impedir la reforma de la ley. No hemos sido nosotros, desde luego'.

Para el excomunista,  el éxito del Movimiento 5 Estrellas, que ayer se convirtió en el primer partido del Congreso en número de votos, es 'una realidad que ha envestido todo el sistema político [...] que nos ha sobrepasado a todos'. La explicación a su fracaso electoral, sin embargo, es tan vago como todos los análisis que se han hecho hasta ahora. La crisis, la recesión, la desafección política, etc. Lo cierto es que nadie había tomado en serio la fuerza de Beppe Grillo y ahora Italia se encuentra en una situación difícil que para solucionarsepasa por las urnas.

'Nosotros no podemos decir que no lo hemos visto. Vemos desde hace tiempo que la opinión pública se movía en una dinámica más compleja de desafección, de rechazo y hemos intentado responder a esta novedad haciendo también nuestros cambios. Hemos intentado reaccionar pero el problema nos ha superado', dijo.

En cualquier caso, a juzgar por sus palabras, Bersani prefiere tomarse un tiempo para la reflexión y presentarse al presidente de la República, Giorgio Napolitano, con un programa basado en la 'moralidad pública y privada, en el trabajo, en la reforma del Parlamento, de las instituciones, en una ley de partidos nueva...'

'Estas elecciones, en un gran país europeo, quiere decir algo: esta política no va bien y eso afecta a toda la Unión Europea' 'Llevaremos estas propuestas al presidente de la República, escucharemos sus consejos...' y si accede a dejarles gobernar en minoría, entonces 'hablaremos al Parlamento y que cada uno asuma su responsabilidad'. 'Se trata de asumir lo que ha salido de estas elecciones con humildad y con la voluntad de ser útiles', dijo.

Bersani descartó comenzar a entablar conversaciones con los partido antes pero se dirigió al Movimiento 5 Estrellas diciendo que 'hasta ahora decían que nos teníamos que ir todos a casa. Ahora están ellos también aquí y tendrán que explicar qué quieren hacer por el bien de Italia, que también es su país'.

Sobre el avance de Berlusconi, por el que los sondeos no daban un duro dijo que, 'la derecha existe en este país, no sé de qué nos extrañamos, si después la mala derecha se identifica con Berlusconi y la Liga Norte, qué queréis que os diga? [...] De todo modos, en las últimas elecciones tuvo un 38%, así que ha perdido 16 puntos'.

Por último, dejó una reflexión importante: 'Estas elecciones, en un gran país europeo, quiere decir algo: esta política no va bien y eso afecta a toda la Unión Europea'.