El mismo día que entra en vigor la ley que prohíbe llevar en Francia el velo integral en lugares públicos, se han registrado tres detenciones por parte de la policía francesa. Estas tuvieron lugar durante el transcurso de una manifestación organizada delante de la catedral de Notre Dame contra la prohibición del burka y el niqab.

Un portavoz policial aseguró que los arrestos no se produjeron por la vestimenta de las mujeres -el niqab deja ver los ojos y está afectado por la prohibición pero el hiyab deja libre el rostro- sino porque no habían pedido permiso para manifestarse. Por su parte, la asociación convocante aseguró que había pedido los permisos necesarios pero que la prefectura se los habían denegado e invocó para ello la entrada en vigor de la ley.

La cuarta detención se produjo esta mañana en la estación de tren de Avignon cuando trataba de coger un tren destino París. La detenida llevaba puesto el niqab.

Francia se convierte con esta ley en el primer país occidental que prohíbe llevar el velo integral que cubre totalmente el rostro de la mujer en cualquier espacio público. La ley que así lo contempla entra en vigor aplicando multas para las infractoras, así como penas de cárcel para quienes obliguen a las mujeres a cubrirse con el niqab o el burka musulmán. 

La ley fue aprobada el pasado mes de octubre con un amplio consenso parlamentario que ha ido acompañado, por contra, de un debate ampliamente mediatizado. Dicha normativa contemplaba un período de seis meses antes del comienzo de la aplicación de las sanciones.

El momento en el que llega es bastante delicado ya que el partido en el poder, la UMP del presidente Nicolas Sarkozy, ha pedido un debate sobre el Islam en Francia, un paso que algunos dicen que supone un riesgo de estigmatizar a una parte de la población.

Desde el punto de vista formal, el objetivo de esta ley es impedir que cualquier persona vaya con el rostro escondido en los espacios públicos, como pueden ser la calle, edificios administrativos, comercios, restaurantes, salas de espectáculos, centro escolares o incluso al volante de un vehículo.

El incumplimiento de los preceptos que se recogen en esta normativa supondrán multas de 150 euros para las mujeres que sigan llevando el velo integral, además de la realización de cursillos de ciudadanía.

Pero el mayor castigo no cae sobre las infractoras, si no sobre las personas que obliguen a estas a llevar tal prenda, a quienes podrían imponerse penas de dos años de cárcel y multas de 60.000 euros. 

Desde el Ministerio del Interior francés se ha emitido una directiva a las fuerzas del orden con tal de que los agentes que efectúen el control expliquen a la posible infractora que debe retirarse el velo integral y que, en caso contrario, serán llevadas a comisaría para ser identificadas e incluso multadas.

La voluntad del Ministerio es que la nueva normativa se aplique con 'discernimiento, pedagogía y privilegiando la escucha y el diálogo'. Por ello, la policía ha recibido una guía para ayudar a poner en marcha la prohibición. En ella se les dice que no retiren el velo por la fuerza y también señala que la prohibición no se aplica dentro de los coches privados.

La minoría musulmana en Francia asciende a cinco millones de personas, convirtiéndose en el país de Europa occidental donde esta está más presente. Entre esa población, se estima que menos de 2.000 mujeres lleven realmente un velo integral, como el niqab o el burka. 

Ante la entrada en vigor de esta prohibición no han tardado en aparecer los primeros actos en forma de protesta. El pionero ha sido Rachid Nekkaz, un promotor inmobiliario que ha instado a los que estén en contra de la ley a participar durante el día en una plegaría silenciosa en la catedral de Notre Dame, con tal de revindicar que las mujeres sigan usando el velo si así lo quieren. 

Nekkaz, dijo en una transmisión en Internet que iba a poner a la venta una propiedad valorada en dos millones de euros para ayudar a financiar la campaña y pagar las multas de las mujeres sancionadas. 

En julio de 2010, el Pleno del Congreso rechazó la propuesta de resolución al Debate del estado de la Nación promovida por el Grupo Popular que pretendía instar al Gobierno a adoptar las medidas necesarias para prohibir a nivel nacional, en espacios o acontecimientos públicos que no tengan una finalidad estrictamente religiosa, 'el uso de velos integrales así como otros atuendos que oculten el rostro y dificulten la identificación de la persona y la comunicación visual, por tratarse de una discriminación que no está amparada por la libertad religiosa al ser contraria a la dignidad de las personas y la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres'.

El pasado 5 de abril, el PP catalán realizó la misma propuesta: reformas legales dirigidas a prohibir el uso de los velos integrales en espacios públicos. Al chocar con los votos en contra de CiU, PSC, ICV-EUiA y la abstención de C's, la propuesta no obtuvo luz verde.