La última arremetida del Gobierno golpista sorprendió al líder de la Resistencia y candidato presidencial recuperándose de las lesiones que le produjo una carga policial.

¿Por qué el Gobierno de facto se revuelve ahora contra España?

Desde el regreso de Zelaya, los golpistas arreciaron con sus actos criminales y este es otro acto de desesperación. Sólo los locos viven solos. Micheletti está solo y desesperado.

¿Es posible el acuerdo?

¿Qué acuerdo, el de San José? Nosotros no aceptamos puntos como la amnistía, que se convierte en impunidad. Como movimiento popular, tampoco aceptaremos una Constituyente descafeinada.

¿Por qué no asistió a la reunión de Zelaya con los otros candidatos?

Los cuatro están en la legitimación del golpe a través de las elecciones. Y para la Resistencia, sólo cabe la restitución del presidente y la Asamblea Constituyente.

¿Le molestó a usted el abrazo de Zelaya con el liberal Santos?

(Se ríe) Muchas de las críticas surgidas en la Resistencia son ingenuas y bienintencionadas. Yo no las cuestiono porque ese liberal es un malcriado que ha suscitado el odio de la gente. Pero no olvidemos: esto no es una lucha de Zelaya contra Micheletti. Es una lucha de clases.

¿Será usted el próximo presidente?

No lo creo. No tenemos dinero para la campaña, ni puedo viajar por mi estado físico. Y al ser una candidatura independiente, no nos han permitido presentar listas a las municipales y parlamentarias.

¿Está perdiendo fuelle la Resistencia?

La represión y el toque de queda nos están afectando. Todos estamos en peligro.