Este artículo se publicó hace 6 años.
Vecinos piden un parque en un campo de golf en desuso
Por El Quinze
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Abandono, degradación y vandalismo. Estas son las consecuencias del cierre, por orden judicial, del primer campo de golf público de España. Desde hace un año, las casi 90 hectáreas de superficie que ocupa la instalación de Can Sant Joan, a caballo entre Rubí y Sant Cugat del Vallès, se encuentran en desuso y sin mantenimiento. La empresa que lo gestionaba quebró y algunos vecinos reclaman recuperar los terrenos como un gran parque interurbano. Otros, en cambio, defienden que el campo de golf pase a ser municipal. Y mientras tanto, la Federació Catalana de Golf insiste en buscar un inversor que pueda reflotar el equipamiento.
Diseñado por el golfista Severiano Ballesteros, se inauguró en 1994 con nueve agujeros. Era el primer campo de golf público de Catalunya y de todo el Estado. Su construcción había sido impulsada por la Federación Española de Golf y la Federació Catalana de Golf, en colaboración con el Incasòl –el Institut Català del Sòl–, la Generalitat de Catalunya y el Consejo Superior de Deportes. Más tarde, en 2004, se le añadieron nueve agujeros más, con los que se ponía la guinda a un equipamiento cuya historia estuvo siempre condicionada por los resultados económicos.
La puesta en marcha del campo de golf no acabó con las reticencias iniciales de parte de los vecinos de la zona. Ya a finales de los años 90 surgió el precedente del movimiento reivindicativo que en la actualidad defiende la recuperación de los terrenos para darles un uso ciudadano. Los vecinos se oponían entonces a la ampliación del campo, que pretendía crecer hacia el núcleo urbano de Rubí.
Vicenç Rabadán, periodista y vecino defensor desde el principio de la reconversión del campo en parque, recuerda que la historia del equipamiento ha estado plagada de incumplimientos por parte de la Administración. Entre ellos cita, por ejemplo, que las hectáreas que se cedieron a los Ayuntamientos tras la expropiación de los terrenos que permitieron la construcción del campo debían destinarse, en parte, a parque agrícola. "Pero nunca se hizo nada", recuerda Rabadán, que añade que "tampoco se llegó a reforestar la zona boscosa de Rubí y Sant Cugat después de abrir los últimos agujeros".
Y la cosa no quedó ahí. En 2002, "la Federació Catalana de Golf y el Ayuntamiento de Rubí firmaron un convenio para popularizar este deporte en las escuelas", un convenio que tampoco fructificó, ya que la actividad solo se llevó a cabo durante poco más de un año. Para el activista vallesano, "el campo de golf ha fracasado como instalación". Una opinión que justificaría la actual lucha vecinal.
El grupo municipal de Alternativa d’Unitat Popular (AUP) ha ejercido como plataforma impulsora de la movilización en Rubí, que reivindica recuperar la superficie del campo de golf como parque interurbano. Jordi Muntan, su portavoz, no entiende que los dos municipios puedan perder una oportunidad como ésta de ganar un nuevo pulmón verde y un espacio polivalente que compense la falta de áreas de estas características.
Antes de las últimas elecciones municipales, tanto la AUP en Rubí como la CUP en Sant Cugat presentaron a los plenos de sus respectivos Ayuntamientos sendas mociones para que los Consistorios iniciasen negociaciones con el Incasòl –el propietario de los terrenos– y también entre ellos, para reconvertir el campo en un parque. La propuesta fue aprobada en ambos casos por mayoría. En Sant Cugat, PP y Cs se opusieron. Según la formación naranja, los defensores de la propuesta no eran conscientes del coste que comportaba la transformación. Pero tanto la CUP de Sant Cugat como como la AUP de Rubí mantienen que no haría falta una gran inversión, debido a que podrían aprovecharse las zonas de servicios, incluso los caminos del campo, adaptados para personas con movilidad reducida. La idea es que el terreno albergue un centro cívico, una zona de conciertos y un área de restauración. Muntan cree que los usos que pueden llegar a estudiarse son muy diversos.
Sin embargo, las pasadas elecciones municipales abrieron un paréntesis en las movilizaciones vecinales a favor del proyecto, un paréntesis que todavía no se ha cerrado. "Después de la aprobación, nosotros no hemos recibido ningún tipo de información más. Supongo que los Ayuntamientos se están situando todavía, porque el cartapacio se ha aprobado hace poco", observa el portavoz de la AUP. La plataforma alternativa, no obstante, apunta que ya está planeando nuevas jornadas reivindicativas. La primera será el próximo mes de octubre. "Estamos preparando una actividad multitudinaria que se organiza cada año en Rubí, la caminata nocturna, que este año se dedicará a reivindicar este gran parque", explica Muntan.
Tras las elecciones municipales del pasado 26 de mayo, el Gobierno local de Rubí sigue estando en manos del PSC, que consiguió ser la fuerza más votada. En Sant Cugat, en cambio, se da la circunstancia de que Núria Gibert, que antes de los comicios era concejala de la CUP en la oposición y que fue una de las ediles que defendió la reconversión del campo de golf, ahora forma parte del equipo de gobierno junto al PSC y ERC, que también votaron a favor de la reconversión del equipamiento. Está por ver qué medidas adoptarán ahora ambos Consistorios. Preguntados por El Quinze acerca de los pasos que se han dado desde la aprobación de sendas mociones, ambos Ayuntamientos no proporcionan más información que la de los documentos aprobados el pasado mes de marzo.
Cambio en la propiedad de los terrenos
Para que ambas poblaciones puedan actuar sobre la superficie, debería ser el Incasòl, como titular de los terrenos, quien moviese ficha primero. Es decir, es necesario que retire la concesión a la Federación Catalana de Golf, gracias a la cual esta tiene permiso para gestionar el campo hasta el año 2064. Después, el Incasòl debería cederla a los Ayuntamientos. Sin embargo, la empresa pública comunicaba el pasado mes de abril que la Federació Catalana de Golf está buscando un nuevo inversor o subrogado que le permita mantener el derecho sobre la superficie y la actividad como campo de golf. Esta sería ya la tercera empresa a la que se le adjudicaría la gestión. La última, Puro Campo S.L., que compró la concesión en 2015, adquirió los derechos de explotación, pero, ahogada por las deudas, tuvo que poner fin a la actividad.
Según el Incasòl, la Federació Catalana de Golf –que también prefiere mantener silencio sobre la situación por la que atraviesa el campo– es la actual responsable de la conservación de la finca, que en estos momentos se halla en un avanzado estado de degradación. Dicho organismo obtuvo los derechos en 1993 por un periodo de 75 años y por valor de 3.750.000 pesetas (22.538 euros), lo cual comportaba el pago de un cánon anual de 50.000 pesetas (300 euros). Vicenç Rabadán sostiene que, con la construcción de la instalación, se pretendía "atraer a grandes corporaciones internacionales al polígono industrial cercano al equipamiento, tras la euforia de los Juegos Olímpicos, aunque la idea no tuvo demasiado éxito".
Jordi Muntan explica que, para frenar la degradación del espacio, el Incasòl había empezado a trabajar ya en la reparación de la valla que delimita el perímetro y cuyas aberturas habían aprovechado varios transeúntes para entrar y pasear por el recinto.
La recuperación del campo para reconvertirlo en un gran parque interurbano –la opción por la que apuestan ambos Ayuntamientos– no es la única alternativa. Vecinos como Josep Vergés, presidente de la asociación vecinal del Centre de Sant Cugat, no comparten el proyecto. "En Sant Cugat tenemos mucho espacio verde", aduce para defender que "la finca podría pasar a ser gestionada por el Ayuntamiento para mantener la actividad como campo de golf".
Según Vergés, "ya existe un campo privado en Sant Cugat, y los vecinos se merecen no tener que pagar cuotas exorbitadas para jugar a golf". Además de este, los aficionados a este deporte tienen en la misma comarca, la del Vallès Occidental, otros tres campos de golf: el municipal de Matadepera, el situado en Bonvilar de Terrassa y el Real Club de Golf El Prat, entre Sabadell y Terrassa.
De momento, el futuro del campo de golf de Can Sant Joan no se ha tratado en la junta de esta asociación vecinal, aunque su presidente cree que la suya es una opinión compartida por la mayoría de habitantes de la zona, y así lo comprobarán en la próxima reunión, cuando tienen previsto abordar el asunto. Hasta hoy, las movilizaciones vecinales a favor del parque las han liderado los residentes en Rubí más próximos a la instalación.