La presidenta de la Junta de Andalucía firmó al filo de las seis de la tarde el decreto de disolución del Parlamento de Andalucía y convocó las elecciones autonómicas para el próximo 2 de diciembre.

Después de reunir a su Consejo de Gobierno, como es preceptivo, compareció ante la prensa y explicó que ha decidido el adelanto, de unos cuatro meses, por tres razones fundamentales: porque Andalucía necesita estabilidad, porque Andalucía no se merece una campaña electoral de seis meses, y porque, al hacer los comicios en solitario, Andalucía tendrá la atención que se merece.

Díaz explicó que ahora mismo no es posible aprobar unos presupuestos, porque Ciudadanos renunció a apoyarlos sin sentarse ni siquiera a negociarlos, porque ni PP ni Podemos tienen interés real en apoyarlos. "El PP jamás ha aprobado unos presupuestos en Andalucía y Podemos no quiere comprometerse con la gobernabilidad de Andalucía".

La presidenta afirmó que tras la ruptura del acuerdo de investidura con Ciudadanos quería ver cuál era la situación. En este mes, logró aprobar tres leyes, entre ellas la Ley de Igualdad, y tomó algunas medidas más en Consejo de Gobierno.

Y después, al constatar que era imposible aprobar el presupuesto y que intentarlo y esperar a que la legislatura muriera naturalmente en marzo, era someter a Andalucía a una campaña electoral de seis meses, estaba claro que había que adelantar los comicios. "Andalucía no se lo merece. [Adelantar] es un acto de responsabilidad y responde también al [pensamiento] de los agentes sociales, a quienes he consultado". Díaz se comprometió a que la primera decisión que se tomará después de las elecciones, será presentar unos presupuestos "expansivos". "Los que Andalucía necesita", dijo.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, llega a su comparecencia en el Palacio de San Telmo en Sevilla, tras firmar el decreto de disolución del Parlamento autonómico y de la convocatoria de elecciones andaluzas anticipadas para el próximo 2 de diciembre. EFE/Julio Muñoz

La fecha elegida, el 2 de diciembre, le permite hacer las elecciones con acento andaluz, como ella quería para que la Comunidad reciba la atención que merece. "Se ha dicho que es el comienzo de un gran ciclo electoral en toda España. Pero estas elecciones son importantes por sí mismas. Más de 8 millones de habitantes merecen que nos centremos en Andalucía, que defendamos las propuestas sin dañar la imagen de Andalucía. Ha llegado la hora de alejarnos de incertidumbres. Andalucía necesita estabilidad y un horizonte despejado", dijo la presidenta. "Mi tierra no merece tener la inestabilidad que hay en el conjunto del Estado", agregó Díaz.

Relación fluida con el presidente

A la presidenta le preguntaron si había contactado con el presidente Pedro Sánchez para hablar de la fecha de las elecciones. "Fue la primera persona a la que llamé. La comunicación es muy fluida [con el presidente]", dijo Díaz al respecto.

Durante estos meses hasta que el 2 de diciembre, Andalucía verá el desembarco de todos los líderes nacionales. Pablo Casado acompañará al presidente del PP en varias ocasiones. Albert Rivera vendrá también a la Comunidad y lo hará de la mano de Inés Arrimadas, una persona querida en numerosos ambientes de Andalucía por su actividad política en Catalunya.

El propio presidente Pedro Sánchez lo hará el día 26 de octubre a lo grande. Hará un Consejo de Ministros en Andalucía, en el que, previsiblemente, aprobará un Plan de Empleo. "En las anteriores elecciones también sucedió esto", dijo Díaz.

Y a continuación reclamó a todos ellos "respeto" para Andalucía. "Quiero que nos centremos en Andalucía. Procuraré que mi comportamiento también sea ese", remachó.

Casos de corrupción

El PP, sobre todo, pero toda la oposición, Ciudadanos y Podemos también, han venido utilizando el argumento de que Díaz adelanta las elecciones simplemente porque quiere huir de la corrupción de los ERE y de la comisión de investigación de la Faffe, una extinta Fundación, en la que una investigación policial y judicial ha descubierto pagos con tarjeta de crédito de la Junta de Andalucía en diversos burdeles en las etapas anteriores al Gobierno de Díaz.

La presidenta, que fue preguntada en varias ocasiones por el asunto, esquivó el tema y se remitió a las palabras del vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, quien esta mañana tachó esos hechos de "vergonzosos".

Luego, había arremetido contra el PP, que se fue a dar una rueda de prensa a la puerta del club. "Lo que ha hecho el PP hoy no tiene nombre", manifestó. "Esta es una actuación de hace siete o diez años donde este Gobierno no tiene más que poner a disposición del juzgado la colaboración máxima para que esclarezca absolutamente todo", remachó el vicepresidente.